¿Qué es la deriva continental? - Descubre el origen de la deriva continental

La deriva continental es una teoría científica de suma importancia en la biología, geología y geografía, que explica cómo los continentes de la Tierra se han movido y han cambiado su posición a lo largo de millones de años. Si te preguntas en qué consiste esto, a continuación, te explicamos todo sobre ello.
Concepto y significado de la deriva continental
Es un concepto geológico que se refiere al movimiento lento y gradual de las placas tectónicas sobre la superficie terrestre. Este proceso fue propuesto por primera vez por el científico alemán Alfred Wegener en la década de 1910, quien sugirió que los continentes de la Tierra se habían unido en un supercontinente llamado Pangea, el cual se separó y se movió hacia su configuración actual.
Wegener basó su teoría en la evidencia de que los continentes encajaban como piezas de un rompecabezas y que había similitudes geológicas y paleontológicas entre los distanciados por océanos, dando a entender que habían estado juntos en un momento en el pasado.
Con el tiempo, la teoría de la deriva continental se ha expandido y ha sido apoyada por la investigación científica moderna. Se sabe que los continentes se desplazan de forma lenta a una tasa de unos pocos centímetros por año debido al movimiento de las placas tectónicas, que son grandes bloques de la corteza terrestre que flotan sobre el manto caliente y móvil de la Tierra.
¿Cuál es el origen de la deriva continental?
Se encuentra en la tectónica de placas, que es la teoría geológica que explica cómo la litosfera (la capa sólida exterior de la Tierra) se mueve y cambia a lo largo del tiempo. Según la teoría de la tectónica de placas, la litosfera se compone de varias fases rígidas que se mueven de forma lenta sobre la astenosfera, que es la capa del manto terrestre que se encuentra debajo de la litosfera y que es más plástica y deformable. Estas se mueven impulsadas por la convección del material caliente del manto, que produce corrientes de la misma y que arrastran las placas sobre la superficie de la Tierra.
Cuando dos se separan, se crea una zona de falla o una dorsal oceánica en el fondo del mar. Por otro lado, al converger, una placa se desliza debajo de la otra en una zona de subducción, y esto da lugar a la formación de cadenas montañosas y volcanes. Estos procesos pueden hacer que los continentes se separen o se unan, y explican cómo la geología de la Tierra ha cambiado a lo largo del tiempo.
¿Quién propuso la teoría de la deriva continental?
Fue propuesta por el geólogo y meteorólogo alemán Alfred Wegener en 1912. Sugirió que, en el pasado primigenio, los continentes que ahora se encuentran separados por grandes distancias se encontraban unidos en un solo departamento conocido como el supercontinente llamado Pangea.
Wegener propuso esta teoría después de observar que la costa oriental de Sudamérica y la costa occidental de África parecían encajar como piezas de un rompecabezas. También notó que ciertas plantas y animales fósiles eran comunes en ambos continentes, lo que sugiere, que se hallaban conectados en el pasado. A pesar de que la teoría de la deriva continental de Wegener fue recibida con escepticismo y rechazo inicialmente, en las décadas siguientes fue respaldada por evidencia geológica y paleontológica adicional.
¿Cuáles son los fundamentos de la deriva continental?
Se basa en varias evidencias geológicas, paleontológicas y climáticas que sugieren que los continentes han cambiado de posición a lo largo del tiempo geológico. Algunos de los fundamentos de la deriva continental son los siguientes:
- Encaje de los continentes: una de las primeras observaciones que llevó a Wegener a proponer la teoría fue que los bordes parecían ajustarse como piezas de un rompecabezas.
 - Similitudes geológicas: también se observó que las rocas y las estructuras geológicas eran similares. Por ejemplo, las del cinturón de montañas de los Apalaches en América del Norte tienen una composición y una edad semejantes a las piedras de los montes Caledonios en Escocia y las montañas de Noruega.
 - Distribución de fósiles: este hecho también apoya la teoría de la deriva continental. Por ejemplo, se encontraron restos de reptiles del género Mesosaurus en África y América del Sur, lo que sugiere que estos continentes estuvieron una vez conectados.
 - Evidencia paleoclimática: la distribución de depósitos de carbón y de glaciares antiguos también supone que los continentes se han movido a lo largo del tiempo.
 - Magnetismo de las rocas: la orientación en los fondos oceánicos proporcionó una de las pruebas más concluyentes de la teoría de la deriva continental. Estas se forman a partir de lava que se solidifica cuando emerge de las dorsales oceánicas. Este magma contiene minerales magnéticos que se alinean con el campo imantado de la Tierra en el momento de su formación. Los estudios mostraron que la polaridad de las rocas cambió a lo largo del tiempo, lo que sugiere que los continentes se habían movido.
 
¿Cuáles son las etapas de la deriva continental?
Es un proceso geológico que ha ocurrido a lo largo de millones de años, y se ha dividido en varias épocas. Las principales etapas de la deriva continental son las siguientes:
- La formación de Pangea: hace unos 300 millones de años, todos los continentes del mundo se hallaban unidos en un supercontinente denominado Pangea.
 - La fragmentación de Pangea: hace unos 200 millones de años, Pangea empezó a dividirse debido a la actividad tectónica en la Tierra. Las fuerzas de la tectónica de placas comenzaron a mover los continentes, creando una serie de grandes fisuras que se llenaron con agua de mar, formando nuevos océanos.
 - La separación de los continentes: a medida que la fragmentación de Pangea continuaba, comenzaron a moverse de manera suave en direcciones opuestas.
 - La formación de los océanos actuales: conforme los continentes se separaban, nuevos mares comenzaron a generarse. Por ejemplo, el Atlántico se originó a medida que América del Norte y Europa se alejaban entre sí.
 - La configuración actual de los continentes: han continuado moviéndose desde la separación de Pangea, pero en el presente se encuentran en una forma que es bastante similar a la que existía hace unos 50 millones de años.
 
Cámbrico
El periodo Cámbrico es uno de los tiempos geológicos más importantes en la historia de la Tierra, ya que marca el inicio de la 'explosión' de la vida en el planeta. Esta era se encuentra dentro de la era Paleozoica y se extiende desde hace 41 millones de años hasta unos 485 millones de años. Durante el Cámbrico, los continentes aún eran unidos en el Pangea, pero la actividad tectónica estaba provocando la separación de algunos de ellos. El clima era cálido y húmedo, y la mayor parte de la Tierra era cubierta por mares poco profundos.
Durante este periodo, ocurrieron muchos episodios geológicos cruciales que tuvieron un impacto significativo en la formación y evolución de la vida en la Tierra. Uno de los eventos más importantes fue la aparición repentina de una gran diversidad de organismos multicelulares complejos, incluyendo animales con conchas y exoesqueletos. Este periodo también fue testigo del surgimiento de muchos grupos de especies que aún existen en la actualidad, como los trilobites y los moluscos.
Devónico
El periodo Devónico es un tiempo geológico que se encuentra dentro de la era Paleozoica, y se extiende desde hace 416 millones de años hasta unos 359 millones de años. Durante este periodo, los continentes seguían unidos en el supercontinente de Gondwana, aunque estaban comenzando a separarse.
Durante el Devónico, la vida en la Tierra experimentó relevantes cambios y evoluciones. En los mares, los arrecifes de coral se convirtieron en cruciales estructuras y ecosistemas, y aparecieron los primeros tiburones y peces óseos. En los ríos y lagos, se desarrollaron las plantas y animales terrenales, incluyendo insectos, anfibios y reptiles.
Uno de los eventos más significativos del periodo Devónico fue la expansión de los bosques, que modificaron el clima y la atmósfera de la Tierra, ya que las plantas terrestres absorbían dióxido de carbono y producían oxígeno. Esto llevó a la creación de una capa de ozono en la atmósfera, lo que permitió que los organismos terrestres pudieran salir del agua y colonizar los continentes.
Pérmico
El periodo Pérmico es una época geológica que se encuentra dentro de la era Paleozoica, y se extiende desde hace 299 millones de años hasta unos 251 millones de años. Se originaron importantes cambios tanto en la vida como en la configuración de los continentes. Durante el Pérmico, los continentes continuaban su proceso de separación, y se habían dividido en dos grandes supercontinentes: Laurasia al norte y Gondwana al sur. El clima del Pérmico era cálido y seco, y los océanos tenían una elevada salinidad debido a la separación de los continentes y la falta de flujo de agua dulce.
En cuanto a la vida, fue un periodo de importantes extinciones masivas, que se conocen como la del Pérmico-Triásico, la cual acabó con alrededor del 96% de las especies marinas y el 70% de las terrestres. Esta extinción masiva estuvo relacionada con la actividad volcánica intensa que liberó grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera, lo que provocó un cambio climático global y un cambio significativo en los ecosistemas de la Tierra.
Eoceno
El Eoceno es un periodo geológico que se encuentra dentro de la era Cenozoica, y se extiende desde hace 56 millones de años hasta unos 33,9 millones de años. En este periodo, los continentes continuaron su proceso de separación y se configuraron en una disposición muy similar a la actual.
Durante el Eoceno, la Tierra experimentó un clima cálido y húmedo, y los océanos estaban mucho más tibios que en el presente. La temperatura media global era de unos 15 grados Celsius más cálida que la moderna. Esto permitió el desarrollo de una gran diversidad de flora y fauna, incluyendo la aparición de muchos de los grupos de animales que se aprecian hoy en día.
Pleistoceno
El Pleistoceno es un periodo geológico que se encuentra dentro de la era Cenozoica, y se extiende desde hace 2,6 millones de años hasta unos 11 700 años atrás, cuando se produjo el final de la última glaciación. Durante este tiempo, la Tierra experimentó importantes fluctuaciones climáticas, con la presencia de largos períodos de glaciación y otros de climas más cálidos, conocidos como interglaciares.
A medida que las glaciaciones avanzaban y retrocedían, los continentes también experimentaron cambios en su topografía, con la erosión y sedimentación de grandes cantidades de roca y sedimentos que dieron lugar a la formación de valles, montañas y cuencas sedimentarias. Durante el Pleistoceno, se produjo la evolución de muchas de las especies animales y vegetales que conocemos hoy en día, así como la aparición de los primeros seres humanos, que comenzaron a desarrollar herramientas y a vivir en comunidades organizadas.