¿Qué es exoftalmos? - Descubre cómo puede afectar la salud ocular

Existe una condición clínica conocida como exoftalmos que se vincula de forma con alteraciones en el sistema endocrino, aunque los síntomas del exoftalmos pueden abarcar más características. No obstante, hay situaciones ajenas que de igual modo producen esta condición. Esta afección se reconoce también con el término de ‘Ojos saltones’ y causa repercusiones tanto física como emocionales en quien la porta. Te invitamos a que aprendas todo sobre ella y qué medidas puedes utilizar para prevenirla.
- ¿Qué significa el término exoftalmos?
 - ¿Cuáles son los síntomas del exoftalmos y cómo identificarlos?
 - ¿Cuáles son las causas y factores de riesgo asociados con el exoftalmos?
 - ¿Cuáles son los tratamientos disponibles para el exoftalmos?
 - ¿Cuál es la conexión entre el exoftalmos y las condiciones de la tiroides, como el hipotiroidismo e hipertiroidismo?
 
¿Qué significa el término exoftalmos?
Es un signo clínico caracterizado por la protrusión de los globos oculares. Puede ser uni o bilateral y también recibe el nombre de proptosis. Se distingue por la impresión de ojos saltones y ocurre cuando hay un desplazamiento anterior del globo ocular en la cavidad ósea. Debido a que la órbita está hecha de hueso, es rígida e inmóvil, lo que impide que el desplazamiento del ojo se acomode de modo adecuado. A la órbita no le queda de otro que protruirse hacia adelante y verse más expuesto.
La proptosis sucede cuando hay una inadecuación entre el contenido orbitario y la cavidad ósea firme. Recordemos que estas estructuras abarcan el globo ocular, el nervio óptico, el paquete vascular y nervioso. Además de músculos, la glándula lagrimal y grasa periorbitaria. Por lo que, si hay una condición que modifique cualquiera de este contenido, existirá una inadecuación entre ellos y la cavidad ósea.
Con frecuencia se le asocia a una enfermedad clínica subyacente, generalmente de origen endocrino, como es el caso del hipertiroidismo. Pero, sin importar su etiología, esta condición clínica causa gran preocupación en los pacientes. Si son personas que desconocen la relación que guarda con la glándula tiroides, es común que vayan con un oftalmólogo.
¿Cuáles son los síntomas del exoftalmos y cómo identificarlos?
La proptosis u oftalmopatía tiroidea es un signo en sí mismo. Esto quiere decir que, al estar presente debe existir una enfermedad de base. No obstante, los ojos saltones sí pueden ocasionar más sintomatología relacionada de forma directa como tal con el exoftalmos. Entre ellos, el más evidente es el cambio en el aspecto del rostro y ojos. Otros signos o síntomas incluyen:
- Dolor o enrojecimiento de los ojos: La quemosis o irritación de los globos oculares ocurre por una exposición prolongada de la córnea, producto del cierre incompleto de los párpados superiores. La hiperemia conjuntival produce los ojos rojos por la inflamación en los vasos sanguíneos.
 - Retracción palpebral: Impidiendo un cierre completo del ojo afectado. A la larga puede producir ulceración de la córnea debido a la falta de lubricación y resequedad.
 - Debilidad de los músculos oculares.
 - Inflamación del músculo palpebral superior.
 - Diplopía y mirada fija.
 
A su vez, hay que tener en cuenta los hallazgos clínicos que sean sugestivos a una enfermedad. Los cuales van de la mano junto con la sintomatología de la proptosis.
¿Cuáles son las causas y factores de riesgo asociados con el exoftalmos?
Es una condición multifactorial, lo que significa que está relacionada no solo a una etiología, sino con muchas y de diferentes maneras. Depende en gran medida de la edad, pero el factor común de todas es que ocurre por un proceso orbitario.
En la gran mayoría de los casos, se vincula con la forma más grave del hipertiroidismo, una afección en la cual la glándula tiroides produce en exceso sus hormonas por la acción de autoanticuerpos. Estas hormonas son indispensables para el metabolismo celular, pero en exceso producen muchos síntomas. Otras causas abarcan procesos inflamatorios, tumorales o vasculares.
- Enfermedad de graves: Se presenta edema e inflamación de los músculos extraoculares. Además, hay un aumento en la cantidad de tejido conectivo y graso orbitario. Dando como resultado la orbitopatía de Graves Basedow, esta enfermedad se asocia entonces a la inflamación producida dentro de la órbita por la acción de los autoanticuerpos.
 - Tumores orbitarios: Producto de la invasión de la órbita por un crecimiento anormal de masa. Están los hemangiomas, linfomas, leucemias, neurofibromatosis. Alguno de los síntomas que producen son disminución de la agudeza visual, dolor, y en otras ocasiones diplopía.
 - Fístula carótida-seno cavernoso o fístula dural-seno cavernoso: Ocurre una interferencia entre el pasaje venoso. Aquí hay una proptosis que es pulsátil e incluye un soplo.
 - Trombosis del seno cavernoso: La producción de un trombo interrumpe el flujo sanguíneo produciendo signos claros de inflamación. Presenta cefalea, ptosis, disminución de la agudeza visual y fiebre.
 - Otras causas de origen vesicular: Dermolipoma, quiste dermoide cercano a la órbita y mucocele.
 - Celulitis orbitaria: La causa más común de exoftalmos en niños. Generalmente, es unilateral y ocurre por una infección bacteriana profunda que afecta el tabique nasal.
 
¿Cuáles son los tratamientos disponibles para el exoftalmos?
La forma en que se trata la condición depende mucho de la causa que lo produjo. Por ejemplo, si fue producida por un traumatismo externo, al corregirlo el exoftalmos desaparecería. Por eso, es importante establecer un buen diagnóstico clínico y a partir de ahí dirigir el tratamiento.
La historia completa es el primer paso para determinar el curso de acción. Aquí se evalúan y analizan los síntomas y signos positivos reportados por el paciente. Por ejemplo, si se indica perdida de peso, intolerancia al calor, palpitaciones, bocio, podríamos estar ante un hipertiroidismo. Otros síntomas como pérdida de peso, dolor, crecimientos anormales son indicativos de tumores.
El historial clínico completo muchas veces va de la mano de estudios complementarios. La resonancia magnética, tomografía computarizada, e imágenes radiológicas permite confirmar cualquier impresión diagnóstica asociada a oftalmopatías. A su vez, el oftalmólogo o el médico de cabecera debe realizar un examen ocular completo. Entre ellos, evaluar la agudeza visual, los reflejos pupilares y de acomodación. Así mismo, los movimientos oculares para verificar cada uno de los seis músculos, medir la presión intraocular y hacer un fondo de ojo.
Una vez establecido el diagnóstico diferencial, se prescribe el tratamiento. Este puede incluir desde gotas para ojos, hasta cirugía en casos muy graves. Si la causa es por enfermedad de Graves, entonces primero será tratada dicha condición y en algunos caso el exoftalmos mejora. Para ello se recetan fármacos específicos. Como por ejemplo, el metimazol y propiltiouracilo. Los corticosteroides pueden ayudar a reducir la inflamación y disminuir el edema orbitario.
Si es una fístula carotidocavernosa entonces se aplica un procedimiento de neurorradiología. En ocasiones, la embolización efectiva puede ayudar en esta condición. Por otro lado, si se trata de un tumor orbitario, el tratamiento de elección es la cirugía para su resección. Esta puede ser mediante una orbitotomía por vía transcutánea, transconjuntival o, a veces, endonasal.
La celulitis orbitaria es un proceso infeccioso común en niños. Por lo tanto, se resuelve con orbitoterapia con antibióticos. En casos graves, el drenaje quirúrgico se debe emplear. Cuando hay neuropatía óptica se recomienda la descompresión orbitaria ósea. Este procedimiento consiste en la fractura de las paredes orbitarias y posterior a eso la resección de pequeños trozos. Esto permite crear una cuenca más grande donde acomodar el globo ocular. También puede incluir la eliminación del tejido adiposo o grasa de la órbita.
Si hay afectación de los músculos oculomotores, la cirugía tiende a solucionarlos, lo que permite alinear los ojos y disminuir la diplopía. La cirugía de los párpados ayuda con el cierro completo mediante el alargamiento de los mismos. Mientras se resuelve la enfermedad de base, la terapia de soporte ayuda a aliviar los síntomas. Esto puede incluir gotas para lubricar los ojos y anteojos de sol si hay fotosensibilidad.
¿Cuáles son los riesgos y complicaciones asociados con el exoftalmos y cómo se pueden prevenir?
Están asociadas con la patología de base, pero en general es común encontrar resequedad de la córnea por su exposición prolongada. Esto a la larga puede producir una queratopatía producto de dicha exposición, ocasionando conjuntivitis, quemosis e hiperemia conjuntival. Si la condición no se revierte o trata, el exoftalmos puede empeorar y causar ulceración de la córnea y gran pérdida de la visión. Otra complicación de la proptosis incluye la diplopía irreversible sin cirugía y atrofia del nervio óptico.
¿Cómo saber si tengo exoftalmos y cuándo buscar atención médica?
Por lo general, el cambio repentino en la apariencia del rostro es el primer indicio visible. El paciente nota que uno o ambos ojos se encuentra protruido hacia adelante, por lo que acude a un médico buscando una explicación.
Se recomienda que pida una opinión profesional si nota que sus ojos adoptan una apariencia saltona en un lapso corto de tiempo. El diagnóstico final es dado por el oftalmólogo o el médico capacitado por exoftalmometría. Pero además es necesario hacer estudios complementarios como un perfil tiroideo y analítica sanguínea. Si se trata de un exoftalmos leve, el diagnóstico es difícil y generalmente pasa desapercibido.
¿Cómo se mide la exoftalmia y qué técnicas se utilizan para evaluar su gravedad?
Cuando se sospecha de proptosis, pero la condición es muy leve, se puede recurrir a diversos métodos. Uno de ellos consiste en realizar la inspección desde una vista lateral o tangencial. En la cual el examinador se coloca desde arriba del paciente y ver de forma tangencial si una o ambas córneas se encuentran protruidas.
La exoftalmometría es el método diagnóstico definitivo, con este procedimiento se mide el grado de protrusión existente. A partir de la distancia que hay entre el ángulo formado entre la órbita y la córnea. El valor normal es menor a 18 mm. Cuando es superior a 20 mm en el adulto, el resultado es positivo para exoftalmos. Si el caso unilateral, si la diferencia entre ambos globos oculares es superior a 2 mm. En individuos de raza negra se toma como valor normal que el resultado sea menor de 22 mm. Esta prueba permite medir la gravedad del exoftalmos, porque mientras mayor sea su valor, más graves será la condición clínica.
Ahora bien, la tomografía computarizada o TC con cortes en el plano neuroocular proporciona información. Si el índice oculo-orbitario es mayor de 70, la prueba es positiva. Este examen es útil para evaluar los huesos de la órbita y los senos paranasales.
¿Cuál es la conexión entre el exoftalmos y las condiciones de la tiroides, como el hipotiroidismo e hipertiroidismo?
La orbitopatia tiroidea es el síntoma más frecuente asociado a la enfermedad de Graves. Su relación se produce por la presencia de hormona TSH o anticuerpo contra la TSH. Esta sustancia, se encarga de la producción de T3 y T4 en la glándula tiroides y a su vez, producen la sintomatología de hipertiroidismo.
No obstante, también se les asocia por una mayor producción de mucopolisacárido retro-orbitarios. Dichas hormonas TSH retienen grandes cantidades de sales y sodio y junto con ellas, agua. Esto conduce a un aumento del volumen en los alrededores de la órbita y la aparición de exoftalmos.
Los autoanticuerpos de la órbita también ocasionan esta condición junto a los signos de inflamación y mayor producción de tejido conectivo. Estos atacan a la grasa y los fibroblastos allí presentes, con lo que se incrementa la liberación de citoquinas pro inflamatorias.