¿Qué es loudness? - Todo lo que necesitas saber sobre la intensidad del sonido
Cuando nos referimos al sonido, generalmente usamos adjetivos como alto, bajo, ruidoso, etc. Pero, ¿qué significan estos términos cuando se trata de la intensidad del sonido? Loudness (altura o sonoridad), es la palabra en inglés ‘loud’ que significa ‘alto’, y se utiliza en el ámbito de la música para hacer referencia al sonido cuando el nivel de presión sonora es mayor que otro.
En este artículo te invitamos a conocer en profundidad el significado de la palabra ‘loudness’ y todo lo relacionado a la intensidad del sonido, incluyendo la tendencia nociva del The Loudness War.
¿Qué es el loudness y por qué es importante?
El loudness uno de los elementos cruciales del espectro audible en la música. En niveles adecuados, este factor es necesario para lograr el impacto emocional deseado. Este término se refiere a la intensidad o suavidad del sonido producido por un instrumento o un altavoz.
Las variaciones en el volumen pueden evocar diferentes emociones en los oyentes. Por ejemplo, la música suave puede crear un ambiente tranquilo y relajante, mientras que la música fuerte puede incitar a la emoción y la energía. Por lo tanto, el volumen puede ayudar a sacar lo mejor de una producción musical, mejorar la experiencia auditiva y transmitir el mensaje previsto de la música.
¿Cómo se mide el loudness?
La unidad de medida de la intensidad del sonido es el decibelio (dB). Esta referencia de medición se utiliza para calcular el volumen del sonido en un espacio en particular. Un decibelio es una unidad de medida logarítmica que indica el grado de intensidad de un sonido en relación con un conjunto de valores de referencia estandarizados.
Estos valores de referencia se relacionan con la audibilidad mínima del sonido a diferentes frecuencias. Por ejemplo, 0 dB es el sonido más suave que pueden oír las personas con una audición excelente, mientras que 130 dB es el umbral de dolor y posible daño auditivo. En general, una diferencia de 10 dB corresponde a un aumento o disminución del doble en la sonoridad percibida.
Unidades de medida del loudness
Existen varias unidades de medida que se utilizan para representar el loudness, incluidos los decibelios, la potencia y el nivel de presión sonora (SPL). Algunas de las unidades de medidas más comunes incluyen:
- Decibeles (dB): mide el volumen y su escala es útil porque permite la representación de una amplia gama de valores en una forma compacta. Estos se usan comúnmente en la producción de audio, donde es esencial saber cómo leer un medidor de decibelios para determinar el volumen ideal para una grabación.
- Vataje (W): mide la energía eléctrica y se utiliza para describir la potencia de salida de los amplificadores que impulsan los altavoces. Generalmente se correlaciona con el nivel de presión del sonido, y se usa para describir la potencia de una señal eléctrica o de audio.
- Potencia: mide la cantidad de energía transferida por unidad de tiempo. En acústica, la potencia puede referirse a la cantidad de energía sonora emitida por una fuente. Esto puede ser un altavoz o la potencia de salida de una señal de audio en un circuito eléctrico.
- Nivel de presión sonora (SPL): mide la presión acústica de las ondas sonoras y se expresa en pascales (Pa) o decibelios (dB). SPL se usa para describir el loudness y, regularmente, se mide con un medidor de nivel de sonido o un dosímetro de ruido. Las mediciones de SPL dependen de la distancia desde la fuente de sonido, su rango de frecuencia y el nivel de ruido ambiental.
- Frecuencia (Hz): corresponde al número de ciclos por segundo de una onda de sonido. Por lo general, se mide en hercios (Hz) y es un determinante clave del tono del sonido. Para tener una idea, el oído humano puede percibir frecuencias que van desde aproximadamente 20 Hz hasta 20 000 Hz.
- Rango dinámico: el rango dinámico es una medida de la diferencia entre los sonidos más fuertes y más suaves en una grabación o interpretación. Un alto rango dinámico permite interpretaciones más expresivas y puede mejorar la claridad y el impacto de la música. Sin embargo, la tendencia a la guerra de volumen regularmente conduce a un rango dinámico reducido en la música grabada, lo que resulta en un sonido comprimido y distorsionado.
La importancia del loudness en la música
El nivel de volumen correcto es crucial para transmitir el impacto emocional de la música. Las variaciones de loudness pueden desencadenar diferentes emociones en los oyentes. Por ejemplo, la música más suave puede crear una atmósfera relajante, mientras que la música más alta puede evocar sentimientos de emoción y energía.
Los productores de música usan el loudness para crear el efecto deseado para una canción o tipo de música en particular. También es fundamental establecer el nivel de volumen correcto para las diferentes partes de una canción, como la estrofa, el estribillo o el puente.
El impacto del loudness en la experiencia auditiva
El loudness puede tener un impacto significativo en cómo percibimos la música y otros sonidos.
Los sonidos fuertes, incluso por un período breve, o los sonidos fuertes de larga duración pueden dañar las estructuras sensibles del oído interno. También pueden causar pérdida auditiva inducida por el ruido (NIHL, por sus siglas en inglés). Esto puede provocar dificultad para oír, zumbidos en los oídos (tinnitus) y otros problemas auditivos.
Además, el loudness también puede afectar la experiencia auditiva en términos de calidad de sonido. Si bien los volúmenes altos pueden hacer que la música u otros sonidos parezcan más dramáticos e impactantes, el volumen excesivo puede provocar un sonido distorsionado y comprimido.
La loudness war: ¿Qué es y por qué se produce?
La expresión ‘guerra del volumen’ del inglés ‘Loudness War’, es un fenómeno que ha ocurrido en la industria de la música en las últimas décadas. Este término se refiere a la práctica de maximizar el volumen de las grabaciones, generalmente a expensas del rango dinámico y la calidad del sonido. Esto con el fin que suenen más fuertes y tengan más impacto en la radio y los medios digitales.
Esta tendencia ha sido impulsada por varios factores, incluida la competencia por la transmisión de radio. También ha influenciado los cambios en la tecnología de reproducción y la mentalidad de ‘cuanto más fuerte, mejor’ entre los productores y consumidores de música.
La tendencia de guerra de volumen en la industria de la música, donde se prioriza el volumen sobre el rango dinámico y la calidad del sonido, ha sido criticada por muchos audiófilos y amantes de la música.
¿Cómo manejar el loudness en grabaciones y producciones?
Para evitar caer en la trampa de la guerra de la sonoridad, muchos productores e ingenieros musicales han comenzado a utilizar técnicas de mezcla más dinámicas y matizadas. Un ejemplo de ello es limitar el uso de la compresión y aplicarla con prudencia.
Esto se hace utilizando técnicas cuidadosas de estratificación y panoramización, y esforzándose por lograr un sonido natural y equilibrado. Además, es importante controlar los niveles de volumen de las grabaciones y las pistas para evitar una sobrecompresión y una distorsión innecesarias.
El uso de técnicas de normalización de loudness, como ReplayGain o SoundCheck, también puede ayudar a garantizar un volumen de reproducción constante en diferentes dispositivos y plataformas.
Otra forma de abordar este problema es usar una técnica llamada ecualización (EQ), que implica ajustar el balance de volumen relativo de diferentes rangos de frecuencia en un sistema de grabación o sonido.
El ecualizador se puede utilizar para reducir la aspereza y la distorsión en grabaciones excesivamente comprimidas o distorsionadas. Esto da como resultado un sonido más natural y equilibrado.
Además, las técnicas de compresión de rango dinámico, como la compresión multibanda y los limitadores, se pueden aplicar para controlar el loudness general de un sonido. Claro está, sin descuidar su carácter dinámico y tonal.