¿Qué es psicomotricidad gruesa? - Descubre cómo mejorarla

Qué es psicomotricidad gruesa

La psicomotricidad gruesa es fundamental para el desarrollo físico y cognitivo de los niños. Se refiere a las habilidades motoras que involucran grandes grupos musculares y el control del cuerpo en movimiento.

Una buena psicomotricidad gruesa permite a los niños moverse con fluidez, equilibrarse, coordinar movimientos y desarrollar destrezas de la educación física. En nuestro artículo, exploraremos la importancia de esta habilidad y cómo se puede mejorar. ¡Acompáñanos y descubre cómo fortalecer la psicomotricidad gruesa para un desarrollo integral de los más pequeños!

Índice()
  1. ¿Qué habilidades motoras incluye la psicomotricidad gruesa?
    1. Control y movimiento de los músculos del torso
    2. Control y movimiento de los músculos del cuello y la cabeza
    3. Control y movimiento de los músculos de las piernas
    4. Control y movimiento de los músculos de los brazos
  2. ¿Cuándo se empieza a desarrollar la psicomotricidad gruesa en el ser humano?
  3. ¿Cómo se adquieren las habilidades motoras gruesas?
  4. ¿Por qué es importante el desarrollo de la psicomotricidad gruesa?
  5. ¿Por qué una persona no tiene una buena psicomotricidad gruesa?
    1. Causas genéticas
    2. Causas externas como accidentes
  6. ¿Cómo mejorar la psicomotricidad gruesa?
    1. Fisioterapia
    2. Terapia ocupacional
    3. Deporte

¿Qué habilidades motoras incluye la psicomotricidad gruesa?

La psicomotricidad gruesa incluye habilidades motoras como caminar, correr, saltar, trepar, lanzar y atrapar. Estas habilidades implican el uso de los grupos musculares más grandes, como los músculos de las piernas, los brazos y el tronco.

Esta habilidad también está relacionada con el equilibrio, la coordinación motora y la capacidad de controlar el cuerpo en movimiento. Veamos en detalle algunas de estas habilidades.

Control y movimiento de los músculos del torso

A través de esta habilidad es que se puede mover los músculos del torso de manera coordinada. De hecho, es fundamental para realizar movimientos amplios y estables, como girar el cuerpo, inclinarse hacia adelante o hacia atrás, y mantener el equilibrio.

Mover correctamente los músculos del torso es importante para sentarse erguido, mantener una postura adecuada y participar en actividades físicas.

Además, mejorar la destreza del torso puede ayudar tener mayor estabilidad y coordinación.

Control y movimiento de los músculos del cuello y la cabeza

Los músculos de la cabeza y el cuello son los que permiten adoptar una postura adecuada. Esto incluye girar la cabeza, levantarla, inclinarla y realizar movimientos coordinados.

El desarrollo de estos músculos es esencial durante la infancia. De hecho, es por medio de este control que los bebés pueden levantar la cabeza cuando están boca abajo. También pueden, seguir objetos en movimiento y desarrollar la estabilidad necesaria para sentarse y mantener una postura erguida.

A medida que los niños crecen, el control y la movilidad de los músculos del cuello y la cabeza se vuelven más refinados.

De esta forma, pueden explorar el entorno, interactuar con objetos y personas, y participar en actividades deportivas. Además, una buena motricidad gruesa en esta área contribuye al desarrollo de habilidades cognitivas, como la atención, la percepción espacial y la coordinación viso-motora.

Control y movimiento de los músculos de las piernas

Esta habilidad se desarrolla en la infancia a medida que los niños aprenden a coordinar y controlar los movimientos de sus extremidades. Esto les permite gatear, caminar, correr y participar en actividades físicas esenciales para su desarrollo.

Una buena destreza de las piernas involucra la coordinación de músculos grandes como los cuádriceps, los isquiotibiales y los glúteos. Es esencial para mantener el equilibrio, la estabilidad y la fuerza para moverse de manera eficiente a lo largo de la vida.

Además, la práctica regular de ejercicios que promuevan la motricidad gruesa en las piernas es vital para mantener una buena salud física. Prevenir lesiones y mejorar la calidad de vida en general, es el efecto valioso de tener una excelente motricidad gruesa en las piernas.

Control y movimiento de los músculos de los brazos

Esta habilidad se desarrolla desde la edad infantil y permite la coordinación de movimientos amplios y poderosos que involucran los músculos de los brazos, hombros y pecho. Es una destreza vital para cumplir con muchas actividades cotidianas como lanzar, atrapar, levantar objetos pesados. Nadar y realizar ejercicios de fuerza, también están implicadas en esta destreza.

A medida que los niños crecen, refinan su capacidad de controlar los músculos grandes de los brazos. Esto les permite realizar más adelante, actividades más precisas y complejas, como escribir, dibujar o tocar instrumentos musicales.

En la vida adulta, la destreza de los brazos sigue siendo esencial en numerosos contextos. Desde trabajos que requieren levantar objetos pesados hasta deportes que implican lanzar o golpear.

Además, la rehabilitación y la terapia física regularmente se centran en mejorar la motricidad gruesa de los brazos. Sobre todo, en casos de lesiones o afecciones neuromusculares.

¿Cuándo se empieza a desarrollar la psicomotricidad gruesa en el ser humano?

El desarrollo de la psicomotricidad gruesa en los seres humanos comienza desde el nacimiento y avanza rápidamente durante la primera infancia. Los bebés nacen con reflejos básicos que les permiten realizar movimientos involuntarios, como el reflejo de succión y el reflejo de prensión.

Pero, a medida que pasan los meses, empiezan a desarrollar habilidades motoras más complejas.

¿Cómo se adquieren las habilidades motoras gruesas?

Estas destrezas se adquieren a través de un proceso gradual de desarrollo y práctica. Es un proceso que comienza desde los movimientos físicos innatos que los niños recién nacidos ya realizan, hasta ir desarrollando poco a poco la psicomotricidad.

Durante la infancia y la niñez temprana, los niños exploran su entorno y participan en actividades físicas que les permiten desarrollar y mejorar sus habilidades motoras gruesas. A medida que crecen, van adquiriendo mayor fuerza y coordinación en los grandes grupos musculares. Esto les permite realizar movimientos como caminar, correr, saltar, trepar y equilibrarse.

Esta es la forma en que cada parte del cuerpo va adquiriendo las habilidades motoras gruesas:

  • Control de la cabeza: durante los primeros meses de vida, los bebés comienzan a desarrollar la fuerza en los músculos del cuello y la cabeza. De esta forma ya pueden sostener la cabeza erguida.
  • Girar y rodar: a medida que los bebés crecen, adquieren la capacidad de girar sobre su propio eje y de rodar de un lado a otro. Esto contribuye al desarrollo de la coordinación motora.
  • Gatear y sentarse: aproximadamente a los 6-9 meses, muchos niños comienzan a gatear y a sentarse de forma independiente. Estos son logros importantes en el desarrollo de la motricidad gruesa que implican controlar los músculos de la parte superior e inferior del cuerpo.
  • Ponerse de pie y caminar: alrededor del primer año de vida, los pequeños suelen lograr ponerse de pie sosteniéndose de muebles o con la ayuda de los padres. Luego, comienzan a dar sus primeros pasos. Este es un hito significativo en el desarrollo de esas habilidades.
  • Correr, saltar y jugar activamente: a medida que los niños se desarrollan físicamente ganan confianza en sus habilidades motoras gruesas. Es cuando comienzan a correr, saltar, trepar y jugar de manera más activa para refinar su coordinación y fuerza muscular.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el desarrollo de estas habilidades es un proceso continuo que varía de un niño a otro. Puede estar influenciado por la genética, el entorno y las oportunidades de movimiento que cada niño tiene.

¿Por qué es importante el desarrollo de la psicomotricidad gruesa?

Desarrollar la destreza de los músculos no solo es importante, sino vital. La razón es que un ser humano necesita y requiere movilizarse en todas las etapas de su desde la niñez hasta la vejez. Estas son las razones fundamentales:

  • Fundamento para habilidades motoras finas: un niño podrá escribir, dibujar o realizar tareas que requieran destrezas manuales detalladas. Para ello, debe tener un buen control sobre los músculos grandes de su cuerpo. Es decir, el desarrollo de los músculos establece esta una base sólida para ello.
  • Habilidades para la vida diaria: son esenciales para realizar actividades cotidianas. Esto incluye cosas tan simples como vestirse, bañarse, caminar y subir escaleras. Cuanto más desarrollada esté la psicomotricidad gruesa, más independencia ganará una persona en su vida diaria.
  • Salud y bienestar físico: promueve la actividad física y el ejercicio, lo que a su vez contribuye a la salud y el bienestar. Los músculos más fuertes y una buena coordinación ayudan a prevenir lesiones, mantienen un peso corporal saludable y promueven una postura adecuada.
  • Habilidades sociales y emocionales: la participación en actividades físicas que implican psicomotricidad gruesa, fomenta habilidades sociales y emocionales importantes. Además, el ejercicio físico libera endorfinas, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
  • Aprendizaje y desarrollo cognitivo: los niños que tienen un buen control motor grueso tienden a tener un mejor rendimiento en tareas académicas y cognitivas. El movimiento activo estimula el flujo sanguíneo al cerebro y mejora la atención y la concentración.
  • Confianza y autoestima: a medida que los niños desarrollan sus habilidades de destreza muscular, logran ganar la confianza en sí mismos y en sus capacidades físicas. Esto puede tener un impacto positivo en su autoestima.

¿Por qué una persona no tiene una buena psicomotricidad gruesa?

Las dificultades para desarrollar la motricidad gruesa pueden deberse a trastornos del desarrollo, lesiones cerebrales, condiciones neurológicas, falta de estimulación temprana adecuada o problemas de salud física.

La falta de práctica y actividad física también puede afectar negativamente la psicomotricidad gruesa. Aquí profundizamos en las causas más comunes.

Causas genéticas

Los trastornos o síndromes genéticos, así como las alteraciones neuromusculares, pueden ser causas genéticas de la falta de destreza. Aquí ampliamos un poco más sobre cada una de estas causas:

  • Trastornos genéticos: algunas afecciones genéticas pueden afectar el desarrollo motor grueso. Por ejemplo, la parálisis cerebral y las ataxias hereditarias pueden limitar la capacidad de una persona para coordinar los movimientos de sus músculos grandes.
  • Síndromes genéticos: algunos de estos síndromes están asociados con retrasos en el desarrollo motor grueso. Un ejemplo es el síndrome de Down, que puede influir en el tono muscular y la coordinación motora.
  • Alteraciones neuromusculares: existen varios trastornos neuromusculares hereditarios, como la atrofia muscular espinal (AME) y la miopatía congénita. Estas pueden afectar la fuerza y la coordinación muscular.

Causas externas como accidentes

Las lesiones en el sistema musculoesquelético o en el sistema nervioso pueden afectar la capacidad de una persona para controlar y coordinar los movimientos de sus músculos grandes. Algunas formas en que esto puede afectar la motricidad gruesa son:

Lesiones traumáticas: caídas, accidentes automovilísticos, lesiones deportivas y otros tipos de traumatismos pueden dañar los músculos, huesos y articulaciones. Esto puede resultar en una disminución de la fuerza, la movilidad y la coordinación en las extremidades, incluyendo las piernas y los brazos.

  • Lesiones en la médula espinal: los accidentes automovilísticos o caídas graves, pueden llevar a una parálisis parcial o total de las extremidades e impactar la destreza.
  • Conmociones cerebrales: hay lesiones que generalmente ocurren en deportes de contacto o accidentes. Estos también pueden afectar la coordinación motora y el equilibrio, lo que puede influir en la motricidad gruesa.
  • Lesiones deportivas repetitivas: el uso excesivo (overuse) o el estrés repetitivo, pueden conducir a problemas crónicos en la motricidad gruesa.
  • Amputaciones: ya sea debido a accidentes o cirugías necesarias, se puede alterar la destreza muscular al impedir mover una extremidad o una parte del cuerpo.
  • Lesiones neurológicas: un ejemplo de esto son las lesiones del sistema nervioso, como un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneoencefálico. Estas pueden causar daño cerebral que afecta la función motora y la coordinación de las extremidades.

¿Cómo mejorar la psicomotricidad gruesa?

Desde la terapia fisioterapia, la terapia y el deporte, hasta juegos al aire libre, actividades físicas y deportivas, son formas de mejorar la psicomotrocidad gruesa.

Estas son algunas estrategias y actividades que pueden ayudar:

Fisioterapia

La fisioterapia puede ser un recurso valioso para mejorar la psicomotricidad gruesa y superar dificultades motoras en personas de todas las edades. Esta área implica a niños que están desarrollando sus habilidades motoras o adultos que buscan rehabilitación después de una lesión.

Estas son algunas formas en que la fisioterapia puede ayudar a mejorar la destreza de los músculos:

Luego de una evaluación inicial con el fisioterapeuta, este creará un diseño de plan para el tratamiento. Todo en función de las áreas con problemas de movilidad identificadas.

El diseño puede incluir una variedad de ejercicios y técnicas diseñadas para abordar las áreas problemáticas. También implica mejorar la fuerza, la coordinación y la movilidad.

El profesional podrá comenzar con el paciente una rutina de ejercicios de fortalecimiento muscular. Estos pueden centrarse en los grupos musculares relevantes, como los de las piernas, los brazos y el tronco.

Luego podrá realizar continuar con ejercicios de entrenamiento de coordinación. Estos pueden incluir actividades con movimientos cruzados, equilibrio, saltos, giros y otros movimientos complejos.

Una terapia de movilidad y flexibilidad puede ayudar a mejorar la amplitud de movimiento de las articulaciones. Esto puede incluir estiramientos y técnicas de movilización articular.

También podrá considerar en el tratamiento, los ejercicios que desafíen el equilibrio, como caminar sobre superficies irregulares o realizar movimientos en una sola pierna. Incluso, los estos profesionales regularmente incorporan técnicas de juego y actividades lúdicas en el tratamiento para mantener la motivación y la participación.

Terapia ocupacional

Al igual que con la fisioterapia, el proceso comienza con una evaluación exhaustiva por parte de un terapeuta ocupacional y el diseño de un plan de tratamiento personalizado.

La terapia particularmente se enfoca en la participación activa del paciente en actividades que desafíen y mejoren la coordinación y la fuerza muscular. Alguna de estas es: juegos, rompecabezas, actividades de construcción, ejercicios de equilibrio.

El terapeuta da instrucciones específicas sobre cómo realizar tareas diarias que requieran motricidad gruesa, como vestirse, bañarse o desplazarse por la casa de manera segura. También podrá enseñar estrategias de adaptación para superar obstáculos específicos relacionados con la destreza muscular.

En el caso de niños, el terapeuta trabaja en estrecha colaboración con los padres y educadores para proporcionar orientación y apoyo continuo en el hogar y en la escuela.

Este tipo de terapia también implica un seguimiento constante para evaluar el progreso del paciente y realizar ajustes en el plan de tratamiento.

Deporte

Los deportes implican movimientos y actividades que desafían y desarrollan la coordinación, la fuerza, el equilibrio y la agilidad. Aquí mostramos algunas formas de mejorar la psicomotricidad gruesa a través del deporte:

  • Lo importante es optar por deportes que enfaticen la motricidad gruesa, como el fútbol, el baloncesto, el voleibol, el tenis, la natación, el ciclismo, entre muchos otros. Estos deportes implican una amplia variedad de movimientos que pueden ayudar a mejorar las habilidades motoras gruesas.
  • Preferir deportes que requieren el uso de músculos grandes, como las piernas y los brazos, ayuda a fortalecer estos grupos musculares. Los ejercicios como levantamiento de pesas, sentadillas y flexiones pueden ser beneficiosos.
  • Muchos deportes que requieran una coordinación precisa como lanzar una pelota, saltar obstáculos o moverse ágilmente en el campo, también son recomendables.
  • Los deportes que implican cambios de dirección, saltos y movimientos rápidos pueden ayudar a desarrollar el equilibrio y la agilidad. Estos son dos componentes clave de la destreza muscular.

En general, cualquier deporte, que se prefiera, requiere práctica constante. Esto aumentará la destreza y la coordinación con el tiempo.

Incluso, obtener orientación y entrenamiento técnico de entrenadores calificados puede ser fundamental para mejorar las habilidades, y, por ende, la motricidad gruesa. Estos profesionales pueden proporcionar retroalimentación valiosa y desarrollar ejercicios específicos para mejorar las habilidades motoras gruesas.

Explorar una variedad de deportes puede dar lugar al dominio y control de una amplia variedad de actividades físicas. Esto puede enriquecer aún más las habilidades de destreza muscular.

Otras formas de mejorar la psicomotricidad gruesa

La diversión y el entusiasmo son factores clave para mantener la participación en deportes. Cuanto más se disfruta de la actividad, más crece la motivación para mejorar las habilidades y, en última instancia, la motricidad gruesa. Estas son otras actividades que fomentan esta habilidad.

  • Juegos al aire libre: promueve actividades como correr, saltar, trepar, lanzar y atrapar pelotas. Estas actividades ayudan a desarrollar la coordinación, el equilibrio y la fuerza.
  • Circuitos y obstáculos: donde los niños tengan que superar diferentes obstáculos, como saltar vallas, gatear bajo cuerdas o equilibrarse en troncos. Esto estimula el desarrollo de habilidades motoras gruesas y la coordinación.
  • Actividades con música: bailar y moverse al ritmo de la música es una excelente manera de desarrollar la destreza muscular.
  • Juegos de equilibrio: se pueden utilizar tablas de equilibrio, colchonetas o cojines para que los niños practiquen mantener el equilibrio. Esto fortalece los músculos y mejora la coordinación.
  • Actividades de construcción: jugar con bloques, legos u otros materiales de construcción promueve la coordinación mano-ojo, el agarre y la manipulación. Esto que a su vez mejora la destreza de los músculos.

Diferencias entre motricidad fina y motricidad gruesa

La motricidad fina y la gruesa son dos categorías distintas de habilidades motoras que implican diferentes tipos de movimientos y control muscular. Estas son las principales diferencias entre ambas:

  • Movimientos: mientras que la motricidad fina se enfoca en movimientos pequeños y precisos, como escribir, dibujar o ensartar cuentas, la motricidad gruesa implica movimientos más amplios y generales. Esto tiene que ver con caminar, correr, saltar o lanzar.
  • Coordinación: la motricidad fina requiere una coordinación detallada de los músculos. Especialmente de las manos y los dedos para escribir, dibujar, abrochar botones, recortar con tijeras, ensartar cuentas o atar cordones de zapatos. Por otro lado, la motricidad gruesa se centra en la coordinación general del cuerpo y la extensión de grupos musculares más grandes.
  • Desarrollo temprano: estas habilidades se desarrollan desde la infancia. La motricidad fina se perfecciona a medida que los niños adquieren destrezas manuales específicas. Entra tanto, la motricidad gruesa avanza a medida que se logran hitos como gatear, ponerse de pie y caminar.
  • Desarrollo integral: en conjunto, ambas habilidades son esenciales para el desarrollo integral. También son fundamentales para llevar a cabo una amplia gama de actividades diarias y deportivas.

Como hemos podido ver, a grandes rasgos, la motricidad fina se enfoca en movimientos pequeños y de detalles, especialmente de las manos y los dedos. Esta es esencial para actividades que requieren destreza y coordinación detallada.

En contraste, la motricidad gruesa implica movimientos más amplios y coordinación general del cuerpo. Resulta fundamental para actividades que involucran fuerza, equilibrio y movimientos dinámicos.

Ambas habilidades son elementales para garantizar el desarrollo integral desde la niñez hasta la adultez. Son indispensables para poder llevar a cabo cualquier actividad: de rutina personal, recreativas, deportivas y profesionales.

Cómo citar:
"¿Qué es psicomotricidad gruesa? - Descubre cómo mejorarla". En Quees.com. Disponible en: https://quees.com/psicomotricidad-gruesa/. Consultado: 18-05-2024 15:42:52
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