¿Qué es repellar? - Descubre todo sobre esta técnica

En construcción, una de las técnicas más utilizadas para alisar las superficies de muros y paredes es el repello, pues es posible crear formas según la creatividad del constructor. Así que, en este artículo, se explica qué es el repello, cómo se usa y los materiales necesarios para su mezcla.

De igual manera, se mencionan los tipos de repellos que aplican los albañiles y sus diferencias con el proceso de aplanar.

¿Cuáles son los usos del repello?

El repello es una técnica de construcción que consiste en aplicar una o varias capas de mortero sobre una superficie, por lo general en una pared o un muro, ya que tiene el fin de protegerla, nivelarla, decorarla o prepararla para recibir otro tipo de acabado.

El mortero se trata de una mezcla de cemento, arena y agua, a la que se le agregan otros materiales como cal, fibras o aditivos, según el tipo y la finalidad del repello que se quiera realizar.

El repello tiene la capacidad de proteger las estructuras de los agentes naturales como el viento, el agua, el sol o el frío, lo cual, alarga la vida útil y evitando problemas como la humedad, el moho o las grietas. De igual manera, esta técnica nivela las superficies que presentan irregularidades, desplomes o defectos, lo que provoca un mejor aspecto, además de mejorar su resistencia.

Con el repello también se decoran las superficies con diferentes texturas, colores y relieves, según el tipo de mortero y la forma de aplicarlo, esto crea efectos estéticos variados y originales en las paredes de la construcción. Así mismo, prepara las superficies para recibir otro tipo de acabado, como pintura, empastado, estuco, enchape o aplanado, facilitando su adherencia y su durabilidad.

Ventajas de repellar con cemento

El cemento es uno de los materiales más utilizados en la mezcla con la que se crea el repello, esto debido a sus distintas propiedades y ventajas.

• Es un material económico, fácil de conseguir y de manejar.
• Cuenta con alta resistencia mecánica y química, por lo que puede soportar cargas, impactos y agentes corrosivos.
• También tiene una buena adherencia a diferentes tipos de superficies, como ladrillo, piedra, concreto o metal.
• Posee una buena plasticidad y trabajabilidad, lo que permite moldearlo y alisarlo con facilidad.
• Tiene una buena durabilidad y estabilidad, así que mantiene su forma y su color con el paso del tiempo.

¿Qué es repello en construcción?

La técnica del repello en construcción se trata de la aplicación de una o varias capas de mortero sobre una superficie determinada. No obstante, es importante destacar que existen diferentes tipos de repello, los cuales pueden variar según su espesor, la granulometría, la composición y el acabado del mortero. Es por ello que, el residente de obra, los albañiles y demás trabajadores deben planificar de manera previa el tipo de técnica se debe aplicar en cada obra.

¿Cuáles son los materiales que se necesitan para repellar?

Para crear el enfoscado de repello se deben utilizar algunos materiales esenciales, pero básicos en el proceso de construcción. En ese sentido, el más importante es cemento o concreto, el cual es un material ligante del mortero, de modo que provee resistencia y adherencia. Se puede usar cemento gris o blanco según el color de mezcla que se desee.

La arena también es imprescindible, este es un material agregado del mortero que le da consistencia y relleno. Es importante emplear arena limpia y bien graduada para que quede un repello consistente.

De igual manera, hay que aplicar agua, pues funge como el material que activa la reacción química del cemento y le da humedad al mortero. Se debe aplicar agua limpia y en la cantidad adecuada para que adquiera la consistencia deseada.

Es posible agregar otros materiales o productos como el uniblock, pero esto varía según el tipo y la finalidad del repello, así mismo, se pueden usar otros elementos como cal, fibras, aditivos, colorantes, polvo de piedra o mica. Estos materiales pueden mejorar la plasticidad, la impermeabilidad, la durabilidad o el aspecto del repello.

Tipos de repello

La clasificación de los repellos se obtiene por diferentes motivos como el espesor con el que queda la mezcla, la granulometría, la composición e incluso el acabado del mortero.

• Repello grueso, el cual se usa con el fin de nivelar y alisar superficies irregulares o defectuosas. Se hace con un mortero de cemento y arena de grano grueso, con una dosificación aproximada de 1:4. Esto quiere decir que su espesor suele ser de 1 a 4 centímetros y se aplica con una cuchara sobre la superficie, que se debe estar humedecida previamente, además, se alisa con una regla.
• Repello fino cuyo objetivo es dar un acabado liso y uniforme a la superficie, por lo que se aplica con un mortero de cemento y arena de grano fino. Este tipo posee una dosificación aproximada de 1:6, además, es posible añadir cal hidratada para mejorar su plasticidad. En cuanto al espesor, suele ser menor a 2 milímetros y se emplea una llana o una cuchara sobre la capa de repello grueso previamente curda, después, se puede pintar o estucar.
• Por su parte, el repello hidrófugo cumple la función de impermeabilizar la superficie y evitar la filtración de agua. Se hace con un mortero de cemento y arena al que se le añaden aditivos especiales que le otorga propiedades hidrófugas. Su espesor depende del grado de impermeabilidad deseado.

Hay que destacar que también existe el repello rústico, que es una técnica de construcción que consiste en aplicar una capa de mortero sobre una superficie, con el fin de crear relieves y efectos decorativos. Es similar al repello grueso, pero es válido llevarlo a cabo con diferentes herramientas y métodos, según el resultado que se quiera obtener.

De esta manera, el repello rústico con peine, requiere del uso de un peine metálico o de plástico con el cual rayar el mortero cuando está fresco, creando líneas paralelas o cruzadas. En ese sentido, es válido variar el tamaño y la separación de los dientes del peine para lograr diferentes efectos.

Otro método es el de repello rústico con esponja, donde es necesario contar con una esponja húmeda con el fin de presionar el mortero cuando está fresco, creando pequeños huecos o alveolos. Se puede variar la presión y el movimiento de la esponja para lograr diferentes efectos. En cuanto al repello rústico con cepillo, se usa un cepillo de cerdas duras para frotar el mortero cuando está fresco, lo que genera surcos o estrías.

Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de repello rústico que se pueden hacer. También se pueden combinar diferentes herramientas y métodos para crear diseños más complejos y originales. Lo importante es tener creatividad e imaginación para darle un toque personal a la superficie repellada.

Diferencias entre repellar y aplanar

Aunque estos términos a veces se usan como sinónimos, la verdad es que repellar y aplanar son dos técnicas diferentes que tienen distintos objetivos y procedimientos en la construcción.

• En primer lugar, el repello es la capa de mortero que se usa para revestir una superficie, generalmente una pared o un muro, con el fin de protegerla, nivelarla, decorarla o prepararla para recibir otro tipo de acabado. Mientras que, el aplanado es el acabado final que se le da a la superficie repellada, se hace con pintura o estuco usualmente, con el fin de mejorar su aspecto y su durabilidad.
• El repello se hace con un mortero de cemento y arena, al que se pueden añadir otros materiales según el tipo y la finalidad del repello. Pero, el aplanado se hace con una mezcla más fina que el mortero, a base de cal o yeso, al que se pueden agregan colorantes o aditivos según el tipo y la finalidad del aplanado.
• En cuanto a su aplicación, el repello puede llevar una o varias capas sobre la superficie previamente humedecida, mientras que, el aplanado solo requiere una capa sobre la superficie repellada previamente curada.
• El grosor del repello posee un espesor variable según el tipo de repello, que puede ir desde menos de 2 mm hasta más de 4 cm. Por su parte, el aplanado tiene un espesor muy reducido.