¿Qué es abdicar? - Significado del término y relación con la corona

El término abdicación tiene su origen en el latín “abdicatio” que se traduce al español como renuncia, delación o proclamación no perteneciente a uno. Su definición es el medio por el cual una persona (con poder de gobernabilidad, presidente, monarca, primer ministro. Etc.) renuncia y transmite por sí misma el cargo que ejerce, siempre que la persona esté en ejercicio de esa potestad.

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Por lo que hemos estudiado, el término abdicación se puede referir a toda persona que ejerza poder por ley sobre una nación. Sin embargo, con el desarrollo del Derecho Constitucional en la actualidad, el término abdicación prevalece donde hay presencia de monarquía, como en el estado francés, español, holandés, el territorio inglés (Reino Unido), entre otros.

Por lo antes expuesto, el desarrollo de la presente investigación se centrará en la evolución, la aparición y sobre todo la historia de esta figura en las monarquías.

Concepto y significado de abdicar

Es aquella acción ejercida por un monarca para renunciar a su trono, y que el mismo le sea transferido a otra persona. Sin embargo, la abdicación tiene diferentes significados y es una figura usada principalmente en la monarquía. Por lo que su accionar también responde a estímulos morales.

De manera muy generalizada, la abdicación es llevada a cabo por un sentimiento de insuficiencia por parte del monarca para ocupar el cargo, ya sea por su edad, condición, vida personal, enfermada o incapacidad mental.

Sin embargo, esta figura también puede ser accionada para lograr la salida de guerras civiles o revoluciones; o por dar paso a una nueva corriente política en el país.

¿Qué es abdicar el trono?

La abdicación al trono es la renuncia voluntaria al puesto de monarca de un país. La misma tiene diferentes motivaciones como:

• Avanzada edad.
• Problemas de salud.
• Incapacidad o una decisión referente a la privacidad del monarca.

Esta figura ha sido muy recurrida a lo largo de la historia de las monarquías. Un caso emblemático a nivel mundial es el Reino Unido, con el Rey Eduardo VIII, quien abdicó en 1936 luego de 11 meses de reinado. En este caso su intención estaba sustentada en el casamiento que el mismo deseaba tener con la Sra. Wallis Simpson, quien se encontraba divorciada en ese entonces, en ese momento histórico dicho escenario era muy poco agraciado para un monarca. Por lo que, fue su hermano, el Rey Jorge VI, quien ocupo el trono en su lugar.

Por otro lado, y más reciente en los Países Bajos en 2013, fue la Reina Beatriz quien abdico el trono debido a la necesidad que ella vio en una nueva visión política para el país, por lo que fue su hijo Guillermo Alejandro quien tomo el poder.

En síntesis, la abdicación no es más que la renuncia al trono de un monarca motivado por diversas razones, que como ya hemos visto, han sido diversas en la historia de la monarquía mundial.

¿Qué es abdicar a alguien?

Como ya hemos visto, la abdicación es una figura única del monarca, es decir, solo él tiene el derecho de ejercerla. Sin embargo, esta expresión de “abdicar a alguien” hace referencia a la destitución de una persona del ejercicio de su liderazgo por un contexto político o personal. Dicha acción puede ser voluntaria o forzada y tener variedad de razones.

El proceso de abdicación se encuentra regulados de manera constitucional y legal por cada país que tenga como figura de estado una monarquía, por lo que a lo largo del mundo encontramos regulaciones variadas en cuanto a la abdicación.

Hay países en donde esta figura tiene una gran rigurosidad y se encuentra sustentada de procedimientos y requisitos exigentes. En otros países, la abdicación es una acción menos formal en donde los únicos con autoridad para anunciarla de manera pública es la familia real.

Los casos de la abdicación forzada, se dan por: conflictos políticos, conflictos familiares, intervenciones extranjeras, acciones ilegales por parte del monarca, corrupción, entre otros.

La abdicación forzada no es muy popular por las consecuencias políticas, sociales y económicas que puede agarrarle al país en cuestión. Por lo que el manejo de ella debe ser planificado de manera muy sutil para poder controlar el impacto negativo que genere en la sociedad.

Ello puede constituir implicaciones variadas tanto para las personas involucradas como para el Estado y el Pueblo sobre el cual se ejerce el poder. En el momento histórico en el que se presentó dicha situación fue en Bayona-Francia en mayo de 1808, con las abdicaciones forzadas de Carlos IV y Fernando VII.

Dicho acontecimiento sucedió por motivos políticos. Carlos IV y Fernando VII los obligaron a abdicar a favor del trono Español ejercido por el rey italiano Napoleón Bonaparte, quien cedió este derecho a Jose Bonaparte (José I).

Todo ello sucedió en medio de una rivalidad entre Carlos IV y Fernando VII por el trono, ya que España pasaba por una Guerra Independentista. Este hecho tuvo muchas repercusiones políticas en América Latina y también en España. La principal consecuencia fue la independencia de América latina de la corona Española.

En conclusión, hoy día no existe legalmente la idea de “Abdicar a alguien” de manera forzada. Sin embargo, no suena descabellado creer que pueda volver a suceder como en España.

¿A quién se le aplica la abdicación?

La abdicación es un mecanismo ejercido únicamente por el monarca, el cual renuncia a su posición, sus títulos o sus privilegios, dejándolos en manos de un sucesor, el cual puede o no ser nombrado por él.

La abdicación, por lo antes expuesto, solo es aplicada a la persona que manifiesta su renuncia, no a la sucesión o a terceros. Un caso práctico de ello sería en Bayona, en donde solo fue aplicada la abdicación a Carlos IV y Fernando VII, no a su línea de sucesión.

A excepción de aquellas monarquías que contemplan la figura de abdicación forzada y, sin embargo, en la mayoría de los casos es una inducción al monarca para que manifieste y ejerza de manera voluntaria la abdicación. Y en los demás casos es por elección popular o por la incursión delictual del monarca.

¿Qué pasa si el rey abdica?

Si un Rey abdica, quien tomara el trono será el siguiente en la línea de sucesión, por lo general es el hijo mayor del monarca. En el caso de la abdicación del rey, en la mayoría de los casos se ejerce de manera voluntaria. Sin embargo, el trono es la única excepción en donde se puede obligar a que el rey abdique, por razones políticas o personales, en las cuales tengan derecho de opinión otros poderes. Dicha facultad es otorgada por la constitución de cada país.

La abdicación solo constituye la perdida del poder político y por ende la influencia en los asuntos de estado, por lo que el rey anterior suele recibir un título honorífico y una pensión, lo que conlleva a que pueda seguir desempeñando un rol ceremonial en la vida pública del país. En la mayoría de casos la abdicación constituye una transición mesurada de poder, de manera lenta y progresiva se hace la transición.

Cómo se dice: abdicar al, abdicar el, abdicar del

La palabra abdicación es un verbo, el mismo no puede ser usado con las preposiciones: al, él o del. Gramaticalmente, el verbo abdica debe estar seguido de la preposición “en”, “de” o “el” para indicar el quién o al qué se renuncia. El uso correcto de dicho verbo es:

• El rey abdicó en favor de…
• La Reina abdicó al trono…
• El Monarca abdicó…
• Abdicar el trono…

Todo lo anterior se debe a que la preposición “al” es utilizada para hacer referencia a una cosa o persona. La acción de abdicar es una decisión propia del monarca a través de la cual se transmite información.

De lo anterior mencionado sé concluye que la manera correcta de utilizar la palabra abdicación es con el uso de la preposición “el” y “del” debido a la finalidad del ejercicio de dicho verbo.