¿Qué es la cloración? - Descubre los distintos tipos de cloración química

La cloración es un proceso de purificación que consiste en agregar compuestos a base de cloro a una fuente de agua para eliminar bacterias, virus y otros contaminantes dañinos. La cloración ha sido aclamada por su eficacia en la prevención de la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como la fiebre tifoidea, la disentería y el cólera.
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Además, la cloración ha estado en uso durante más de un siglo y es uno de los métodos más confiables de purificación de agua conocidos por el hombre. Si bien el cloro es altamente efectivo para desinfectar el agua y convertir el agua contaminada en agua potable, conlleva sus riesgos, incluida la formación de subproductos nocivos.
Existen varios tipos de cloración química, cada uno con sus características y beneficios únicos. Comprender las diferentes formas de cloración es fundamental para seleccionar el método de purificación más seguro para una fuente de agua en particular. A través de este artículo de blog, nuestro objetivo es explorar los diferentes tipos de cloración química y su idoneidad para diferentes fuentes de agua.
Además, profundizaremos en los pros y los contras de cada método e identificaremos los casos en los que se justifica un tipo específico de cloración.
Definición de la cloración en química
La cloración es un proceso químico común que implica la adición de cloro a un sistema de agua, piscina u otro cuerpo de agua con el fin de desinfectar y purificar. El cloro es un poderoso agente oxidante que puede destruir varios microorganismos, como bacterias, virus y hongos, y prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua.
El proceso de cloración implica la transferencia de cloro molecular (Cl2) o un compuesto que libera cloro, como el hipoclorito de sodio (NaClO), al agua. La cloración se usa ampliamente en entornos industriales, municipales y residenciales, y existen diferentes tipos de métodos de cloración disponibles según el uso previsto y los requisitos específicos.
Comprender los diferentes tipos de cloración es importante para cualquier persona que necesite mantener un suministro de agua seguro, limpio y saludable.
¿Qué es la cloración del agua?
La cloración del agua es el proceso de agregar cloro al agua para desinfectar y matar microorganismos dañinos. El cloro es un poderoso agente oxidante que puede neutralizar de manera eficiente virus, bacterias y otros patógenos dañinos en el agua.
El cloro se puede agregar al agua en diferentes formas, como en estado gaseoso o en forma sólida, como hipoclorito de calcio o hipoclorito de sodio. El objetivo de la cloración es garantizar que el agua sea segura para el consumo humano eliminando los organismos causantes de enfermedades que puedan estar presentes en el agua.
El agua clorada se usa ampliamente en diversas aplicaciones, que incluyen agua potable, piscinas y tratamiento de aguas industriales, entre otras. La cloración es uno de los métodos de tratamiento de agua más eficientes y rentables, y se ha utilizado ampliamente durante más de un siglo para proteger la salud pública.
¿Qué es la cloración según la OMS?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cloración es el proceso de añadir cloro o un compuesto de cloro al agua para desinfectarla y eliminar los microorganismos patógenos. La cloración se usa ampliamente en todo el mundo para garantizar la seguridad del agua potable, ya que es uno de los métodos más efectivos para matar bacterias, virus y protozoos que pueden causar enfermedades transmitidas por el agua.
Si bien el cloro es un poderoso desinfectante, debe usarse correctamente para garantizar que sea seguro para el consumo humano. La OMS proporciona pautas para el uso seguro del cloro en el agua potable, incluidos los niveles recomendados de cloro residual, y ha desarrollado varios métodos diferentes de cloración para adaptarse a diferentes sistemas y necesidades de tratamiento de agua.
¿Cómo se hace la cloración?
Este procedimiento implica la adición de cloro al agua, formando ácido hipocloroso e ion hipoclorito, que actúa como un agente oxidante que destruye las bacterias y otros materiales nocivos. La cloración se puede realizar utilizando varios métodos, incluidas formas líquidas, gaseosas y sólidas.
El proceso de cloración del agua se lleva a cabo en varias etapas:
- Control del pH: Antes de añadir cloro al agua, es importante controlar el pH del agua. El pH óptimo para la cloración del agua es de 7.2 a 7.6. Si el pH del agua es demasiado alto o demasiado bajo, se deben realizar ajustes para asegurar que la cloración sea efectiva.
 - Dosificación de cloro: El cloro se dosifica en el agua en una cantidad específica. La cantidad de cloro que se añade depende de la calidad del agua y de la cantidad de microorganismos presentes en ella. El cloro se añade en forma de gas, líquido o sólido.
 - Mezcla: Después de que el cloro se añade al agua, se debe mezclar bien para asegurarse de que toda el agua esté en contacto con el cloro. Esto se puede hacer mecánicamente o mediante la circulación natural del agua.
 - Tiempo de contacto: El cloro debe estar en contacto con el agua durante un tiempo determinado para que sea efectivo. Este tiempo varía según la calidad del agua y la cantidad de microorganismos presentes en ella. Por lo general, se requiere un tiempo mínimo de 30 minutos para que la cloración sea efectiva.
 - Control de cloro residual: Una vez que se completa el tiempo de contacto, se debe medir el nivel de cloro residual en el agua. El cloro residual es la cantidad de cloro que queda en el agua después de la cloración. El nivel de cloro residual debe estar dentro de un rango específico para asegurar que el agua esté desinfectada de manera efectiva.
 
Es importante que se sigan todos estos pasos correctamente para asegurar que el agua esté desinfectada de manera efectiva.
El cloro líquido es la forma más común y ampliamente utilizada, ya que se disuelve rápidamente y se puede controlar fácilmente, lo que lo hace ideal para desinfectar grandes suministros de agua.
La cloración de gas se usa a menudo en plantas de tratamiento de agua debido a su bajo costo y efectividad a largo plazo, mientras que la cloración sólida implica el uso de cloro en forma de tabletas o gránulos y se usa comúnmente en aplicaciones de tratamiento de agua a pequeña escala.
Independientemente del método utilizado, la cloración es una forma muy eficaz de garantizar agua limpia y segura para muchos propósitos diferentes.
¿Cuántos tipos de cloración existen?
Existen varios métodos de cloración, sin embargo, los dos tipos más comunes son la cloración gaseosa y la cloración líquida. La cloración de gas implica el uso de un tanque de cloro gaseoso, una válvula reguladora, un eyector y un inyector para agregar cloro gaseoso al agua.
Por otro lado, la cloración líquida consiste en agregar una forma líquida de cloro, generalmente hipoclorito de sodio, al agua. Ambos métodos tienen sus ventajas y desventajas según la aplicación, y es importante comprender estas diferencias para elegir el método de cloración adecuado para cada situación.
¿Qué es la cloración de aguas residuales?
La cloración de aguas residuales se refiere al proceso en el que se agrega cloro a las aguas residuales para desinfectarlas de manera efectiva antes de que se descarguen nuevamente en el medio ambiente. La cloración es uno de los métodos de desinfección más utilizados en las plantas de tratamiento de aguas residuales debido a su eficacia para matar microorganismos patógenos.
El cloro, que es un fuerte agente oxidante, reacciona con los microorganismos presentes en las aguas residuales y los destruye al dañar sus paredes celulares y sus sistemas respiratorios. Además, la cloración elimina la posibilidad de que las aguas residuales no tratadas propaguen enfermedades nocivas transmitidas por el agua.
La concentración de cloro requerida para una desinfección efectiva varía dependiendo de factores como la temperatura del agua, el pH y el nivel de materia orgánica presente en las aguas residuales, entre otros.
¿Qué es la cloración del agua potable?
La cloración del agua potable es un proceso de desinfección que se utiliza para matar microorganismos y reducir la carga bacteriana en el agua destinada para consumo humano. Este proceso se realiza añadiendo cloro al agua, lo que forma ácido hipocloroso y iones hipoclorito. Estos compuestos son muy efectivos para matar bacterias, virus y otros microorganismos.
La cloración del agua potable se realiza en las plantas de tratamiento de agua, donde el agua cruda es tratada para convertirla en agua potable segura para el consumo humano. La cloración se realiza como una de las etapas del proceso de tratamiento de agua, junto con la sedimentación, la filtración y la desinfección final.
El objetivo de la cloración del agua potable es asegurar que el agua sea segura para el consumo humano al matar los microorganismos que pueden causar enfermedades. El cloro es un desinfectante muy efectivo y se ha utilizado durante décadas para tratar el agua potable en todo el mundo.
Es importante destacar que la cloración del agua potable no elimina todos los contaminantes del agua, como los químicos y los metales pesados. Por lo tanto, es importante que las plantas de tratamiento de agua también realicen otras etapas de tratamiento, como la eliminación de contaminantes químicos y la eliminación de metales pesados, para asegurar que el agua sea segura para el consumo humano.
Ejemplos del uso de la cloración
Los ejemplos del uso de la cloración incluyen plantas de tratamiento de agua municipales donde se agrega cloro al agua suministrada a los hogares para matar bacterias, virus y otros patógenos dañinos. El químico también se usa en piscinas y spas para desinfectar el agua, evitando el crecimiento de algas y bacterias dañinas.
En la industria de alimentos y bebidas, la cloración se usa para limpiar y desinfectar equipos y para desinfectar superficies en contacto con alimentos. Además, se utiliza en la producción de equipos médicos y productos farmacéuticos para matar microbios y proteger a los pacientes de infecciones.
La cloración es un método seguro y eficaz de tratamiento del agua cuando se utiliza en los niveles recomendados, y es uno de los desinfectantes de agua más utilizados en todo el mundo.
Para concluir, debemos decir que la cloración es un proceso crucial para mantener el agua limpia y segura para su uso. Con los diferentes tipos de cloración química disponibles, es importante comprender las ventajas y desventajas de cada método y elegir el adecuado para sus necesidades de tratamiento de agua.
Ya sea que estés tratando una piscina, un suministro público de agua o una instalación de tratamiento de aguas residuales, la cloración adecuada puede garantizar que se eliminen los contaminantes dañinos y que el agua sea segura para su uso.
Con los continuos avances en tecnología, podemos esperar ver métodos de cloración aún más efectivos y eficientes en el futuro.