¿Qué es ser egópodo o egópoda y qué diferencia tiene con el egocentrismo?

¡Hola a todos! Hoy vamos a hablar sobre el tema del egópodo. A veces confundimos este término con el egocentrismo, pero en realidad son cosas diferentes. Vamos a ver en detalle lo que significa ser un egópodo, cómo se diferencia del egocentrismo y cómo afecta esto a nuestras relaciones y a nuestra vida en general. ¡Empecemos!

Significado de la palabra egópodo

Para comprender a fondo el adjetivo o significado de la palabra egópodo, primero es necesario abordar un poco las ideas del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Este defendía que los humanos contamos con tres tipos de ego:

• El yo: que conforma el instinto de la mente humana y la psique, en él podemos encontrar el sentimiento de supervivencia y deseos primitivos.
• El superego: conformado por los valores morales, críticos y racionales de la persona, allí también se encuentra la ética innata de la persona.
• El ego: Sirve como un puente entre los valores que sostiene el superego y los sentimientos instintivos que provienen del yo.

Es así como podemos deducir que el ego es responsable por las funciones que se llevan a cabo con cada decisión y marca nuestra personalidad. Por lo tanto, todo tipo de interacción en nuestra actividad diaria debe pasar por un filtro conformado por las tres funciones.

Esto se traduce en que, cada persona utiliza su ego en distintos balances, algunos optan más por su placer que su moralidad o viceversa. Podríamos decir que el ego representa la consciencia del individuo y sus más oscuros deseos.

¿Qué es una/un egópoda/o? Se trata de una persona que cuenta con una contraseña, por así decirlo, que siempre emplea para cerrar sus propios errores. Una persona que siga esta definición al pie de la letra negará sus errores haciendo uso de su ego, balanceará sus instintos y razón.

Sin embargo, este tipo de ser negará cualquier tipo de errores cometidos por su persona, basándose en un exceso de confianza por su raciocinio.

¿Qué significa ser egópoda o egópodo?

Una persona egópoda cuenta con una imagen perfeccionista de sí mismo, aunque no se consideren infalibles, les cuesta reconocer sus fallos. No son un sinónimo directo de egocentrismo, pues tienen más balance, aunque ambos suelen tener mucho egoísmo dentro de sí.

A pesar de ello, las personas egópodas pueden reconocer sus errores si esto les permite realizar un bien mayor, por ejemplo. Un ser con esta condición en su personalidad que practique la medicina estará dispuesto a dejar de lado su ego para salvar una vida.

Otro ejemplo es el de un botánico que debe solicitar ayuda para salvar una cosecha que dará trabajo y comida a muchas personas. Los egópodos son calculadores y seguros de sí mismos, pero estarán abiertos a cambiar de opinión cuando las cosas en juego sean muy importantes.

Por último, los egópodas son personas que recurren a la meditación al encontrarse con un problema y de forma secundaria a la ayuda externa. Estos individuos confían de forma considerable en sus instintos, conocimientos y habilidades, por lo que son excelentes líderes como personas que se desenvuelven en solitario.

¿Qué diferencia hay entre el egocentrismo y egópodo?

Habiendo definido que es un egópodo, puede que te preguntes ¿Cómo se diferencia de un egocéntrico? Pues bien. Las personas egocéntricas suelen creerse el centro del universo ante cualquier eventualidad, es decir, para ellos, las demás personas deberían darles un trato especial.

Los egocentristas se caracterizan por su complejo de superioridad que puede ser fingido. Mientras que un egópodo puede descartar ideas ajenas por seguridad en sí mismo, el egocentrista lo hace por desprecio a los demás y sus ideas.

Así mismo, ambos se diferencian, ya que el egópodo goza de una gran confianza en sí mismo, pero el egocentrista puede adoptar dicha actitud por inseguridad. Es decir, cuando un egocentrista se enfrente a cualquier tipo de problemas, intentará dar una imagen de superioridad a otros para compensar/ocultar sus carencias.

Es por ello que podemos concluir que a pesar de tener características parecidas, no son sinónimos. La seguridad de los egópodos puede ser real, mientras que la de los egocentristas por lo general es externa y en muchos casos, fingida.