¿Qué es contaminación auditiva o acústica? - Efectos en el medio ambiente

¿Habías escuchado sobre la contaminación acústica? Puede que sí, pero no conoces muchos detalles. De manera general, hay cosas que generan una gran contaminación sonora o también una contaminación lumínica, por lo general no le damos importancia a esto. Pero, ¿Qué causa este tipo de problemas en el medio ambiente?
Hoy tendrás la oportunidad de conocer lo más importante de este tema. Entenderás qué es este tipo de contaminación, cuáles son las causas más comunes y las consecuencias que puede generar. La idea es que tengas una idea más concreta y puedas disminuir el impacto de la contaminación lo más que puedas, ya sea que te encuentres en Europa o cualquier país de Latinoamérica.
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Definición de contaminación auditiva, sonora o acústica
Es un tipo de contaminación cuya naturaleza viene dada por la presencia y la actividad del ser humano. A diferencia de los impactos negativos por gases de efecto invernadero, el humano es el único capaz de provocar este tipo de contaminación. En términos sencillos de entender, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, expertos, científicos y demás, se considera como contaminación sonora o acústica a todo lo que sea ruido.
¿Qué quiere decir esto? Todo sonido que se produce en las ciudades cae dentro de la categoría de ruido y esta no es más que un patrón sonoro con un alto nivel de decibelios que puede ser perjudicial para la vida humana y animal. Ejemplos como el sonido durante el tráfico, el martilleo constante en las construcciones, los sonidos generados en plantas industriales, todo eso cae dentro de la categoría del ruido.
Entonces, podemos definir la contaminación auditiva o sonora como un aumento significativo de los decibelios que resulta molesto para los oídos y que tiene la capacidad de tener un impacto negativo en quienes oyen. Esto aplica tanto para personas, como animales. De hecho, se estima que hay entre 70 y 73 mil casos de hospitalizaciones en países europeos a causa de este tipo de contaminación al año.
Ahora bien, las fuentes de sonido no son lo único que puede provocar tales consecuencias en las personas y animales, sino que también las vibraciones se consideran como un elemento más de la contaminación auditiva. Cabe destacar que esto solo tiene origen en la superficie de la Tierra. Es decir, que no es algo que tenga presencia en el mar y océanos del mundo. Esto se debe a que el sonido requiere de un medio para propagarse, y la atmósfera proporciona las condiciones ideales para que esto suceda.
¿Por qué ocurre la contaminación auditiva?
En principio, esto se debe a que en nuestro planeta existe una atmósfera. Esto, junto con el aire, crean un canal perfecto para que las ondas sonoras se propaguen por el espacio dentro de nuestro planeta. El sonido es un efecto que se debe a estos dos factores, por tal razón es que en el espacio exterior no existe el sonido.
Ahora bien, la contaminación sonora ocurre cuando hay sonidos con un nivel tan alto, que sobrepasa la tolerancia de cualquier persona o ser vivo. De hecho, tanto las vibraciones, como el ruido y el volumen alto de una fuente de sonido, se consideran contaminación acústica. Y si bien es cierto que escuchar música te relaja y está dentro de lo permitido, el alto volumen del mismo, más el ruido que posiblemente se generará a raíz de la distorsión, puede convertirse en parte de la contaminación. Sucede que existen muchísimas fuentes de este tipo de contaminación, las más conocidas y habituales son las que te detallaremos a continuación.
Tráfico automovilístico
Esta es la causa más común en la mayoría de las ciudades en el mundo, sobre todo en autopistas y avenidas que son altamente concurridas y que el sistema de transporte no es el más óptimo. Se han hecho estudios y mediciones donde se ha identificado unos 90 dB a 100 dB de media durante el tráfico automovilístico. Pero ¿Qué quiere decir esto?
Que tal nivel de sonido ya es considerado lo suficientemente potente para entrar en la categoría de ruido y causar daños y estragos ambientales. Estas cifras son generadas por un único vehículo terrestre. Ahora multiplica esto mismo por cientos o miles al mismo tiempo. Esta es la razón principal de que las personas durante el tráfico se sientan estresadas, con ansiedad y terminan desarrollando algún problema de salud, que puede ser físico o neurológico.
Sin embargo, el problema no termina allí. Hacer sonar la bocina durante un largo periodo de tiempo, más el motor encendido y posiblemente el ruido y los sonidos que hay a los alrededores potencia aún más la contaminación. Cuando dos fuentes de sonido se combinan, termina creando ruido que resulta difícil de entender y procesar. Tal efecto se puede potenciar y expandir a varios metros en todas las direcciones.
Tráfico aéreo
El tráfico aéreo es muy distinto en cada país y zona en el mundo. Además, no se parece en nada al tráfico automovilístico. Sin embargo, el impacto que este tiene en la naturaleza y las ciudades que poseen un sistema de transporte aéreo concurrido es un serio problema. En vista de que un avión comercial tiene la potencia para generar más de 130 dB mientras funciona, ya es indicio de que se requiere de equipos y aparatos auditivos para reducir el ruido.
Esta es una de las razones por las que los operadores y trabajadores en un aeropuerto utilizan orejeras. La cantidad de ruido es tan alta, que su exposición constante puede provocar sordera temporal o permanente, ya sea de manera parcial o total. Además, tal contaminación no es el único impacto negativo que tiene en el mundo. De hecho, el uso comercial de aviones supone casi un 15% del total de la contaminación atmosférica a causa de gases de efecto invernadero. Lo cual es un porcentaje bastante alto.
Obras de construcción
Por lo general, se considera que la construcción también forma parte del listado que provoca contaminación sonora. Sin embargo, este puesto está reservado especialmente para las construcciones en ciudades y áreas metropolitanas. Además, también se considera a la actividad industrial como parte de esta categoría contaminante. Lo normal es que el ruido y los sonidos sean provocados el uso de herramientas como:
- Martillos y taladros hidráulicos.
 - Equipos neumáticos.
 - Maquinaria pesada.
 - Bombas y equipos eléctricos.
 - Esmeriles industriales.
 
Esto es tan solo la punta del iceberg. Sabemos que en una construcción hay muchas más herramientas, equipos y maquinarias que generan un ruido enorme. De hecho, se estima que esta actividad pueda generar entre unos 75 y 110 dB. Los niveles de potencia auditiva dependen del origen del sonido.
Si esto es tan solo en una construcción normal en cualquier ciudad, los niveles que se pueden originar en una planta de tratamiento de residuos sólidos puede que sea mayor. Claro que este tipo de establecimientos se adaptan más al tipo de contaminación ambiental por CO2 y otros gases de efecto invernadero.
Restauración y ocio nocturno
Es curioso como lugares como los bares nocturnos, restaurantes y otros establecimientos que tienen balcones y zonas abiertas generan contaminación sonora. Claro, pese a que los dB registrados en estos lugares rondan los 110 dB, el alcance y/o la propagación del mismo no es tan amplia como la que se produce en una construcción.
Se podría considerar también zonas como discotecas, en donde hay sistemas de sonido complejos que generan todo tipo de ondas de sonidos, tanto altas, medias y bajas. Claro, en este último caso se suele aceptar más, puesto que hay sonidos que el oído humano puede reconocer. Es decir, que una canción o música a alto volumen puede ser ruido, pero aun así la persona lo tolera. Sin embargo, el sonido del claxon de un coche, el martilleo y uso de maquinaria no es para nada agradable.
Esto tiene que ver con efectos psicológicos y los efectos del entorno, estado de ánimo y demás tienen sobre ti. En una discoteca con el volumen a tope te resulta más aceptable que estar en un tráfico que no avanza. Mientras en la primera situación te estás divirtiendo, en la segunda estás sometido a altos niveles de estrés y ansiedad, por lo que se hace más evidente el impacto de los sonidos en ti.
Animales
La pregunta que realmente deberíamos hacernos es ¿Cómo afecta el sonido a los animales? A diferencia de los humanos, los animales no suelen estar reunidos en un único lugar y en altas concentraciones. Por lo tanto, decir que estos seres no son capaces de provocar contaminación auditiva no es del todo correcto, ahora te lo explicamos. Sucede que sí, los animales tienen la capacidad de contribuir a la contaminación atmosférica mediante el sonido. Sin embargo, su impacto es casi despreciable.
Ahora bien, animales de granja y que se producen en masa, lo más seguro es que si tengan un impacto en este tema. No porque los sonidos que estos producen llegan a ser molesto, sino porque las maquinarias y la industria agropecuaria suele generar todo tipo de contaminación que te puedas imaginar.
Tipos de contaminación auditiva
Es momento de que sepas que no todos los sonidos son considerados como una única contaminación. Estas se catalogan según su tipo, por lo general se suele utilizar entre 4 y 5 tipos de contaminación. Entre estas se encuentran:
- Ruidos continuos. Se catalogan así, puesto que la fuente que los genera no cesa ni un segundo y suelen tener una larga presencia en el tiempo. Ejemplo de esto puede ser el sonido de un sistema de refrigeración o calefacción. En términos más grandes, el sonido que se genera en una planta hidroeléctrica.
 - Sonidos intermitentes. Lo más probable es que este sea el tipo de contaminación menos llevadera que existe. La razón se debe a que la fuente principal suele generar contaminación cada cierto tiempo y casi de forma periódica. Es decir, aquellos ruidos que tienen presencia cada cierto tiempo.
 - Ruido imprevisto. Este tipo de contaminación por lo general no suele ocurrir, puesto que su origen se desconoce. Puede ser el choque de un vehículo, la explosión de una bomba, entre otros.
 - Ruidos de baja frecuencia. Tenemos un artículo donde hablamos de las ondas. Allí se dice que el sonido está catalogado de dos formas: sonidos de baja y alta frecuencia. Lo que se genera por un motor diésel, o el funcionamiento de una bomba de gas o agua, se considera como ruido de baja frecuencia. Las plantas de energía y otras instalaciones similares caen en esta categoría.
 
¿Qué consecuencias tiene la contaminación sonora?
Aunque no es algo que termine afectando la calidad del aire y de la atmósfera directamente, si tiene efectos muy importantes y serios que deberíamos tener en cuenta. Esto no solo afecta a la calidad de vida de las personas, sino también de los animales de forma general. Así pues, veamos algunos puntos relevantes a este tema:
- En el caso de los humanos, estos pueden desarrollar sordera de forma parcial o total. En el caso de los animales, se sabe que ciertos sonidos pueden tener tal impacto, que su ciclo de apareamiento, reproducción, migración y demás se ven afectados. Es como si quisiéramos que los animales diurnos logren descansar durante la noche, cuando hay un exceso de sonido que no les permite conseguir esto.
 - El ciclo del sueño también se ve afectado tanto en humanos como en animales. Muy relacionado con el punto anterior, la fauna salvaje, cuando está muy cerca de asentamientos humanos, por lo general tienen un desbalance en su ciclo de sueño, obligándolos a retirarse a un lugar más alejado y que lo más probable es que no sea un entorno en donde pueden desarrollarse y hacer vida.
 - Para las personas, el ruido o la exposición a este por las noches puede llevar al desarrollo del trastorno del sueño. De tal manera, que puede que se vea en la necesidad de utilizar medicamentos o cambiar sus ciclos de sueño. Lo cual, a la larga, terminará afectando en gran medida.
 - Toda persona que está expuesta constantemente a la contaminación sonora, por lo general se vuelve más irritable, presenta altos niveles de ansiedad y, en el peor de los casos, se vuelve alguien que no se puede comunicar de manera efectiva o asertiva.
 
Esto es solo una pequeña muestra de todo el impacto que puede tener la contaminación acústica en la vida humana y animal. Sin embargo, se suele menospreciar esto, a tal punto que no se tiene en consideración que es posible tener problemas cardíacos. Esto está muy relacionado con el no poder dormir bien y desarrollar un desbalance en el ciclo de los sueños y descansos durante la noche.
¿Por qué la contaminación sonora es un daño al medio ambiente?
Por la sencilla razón que hace que los animales se desplacen a zonas en donde no debería estar o lo que es más común, que una especie entera desaparezca de un sitio. De hecho, a raíz de la pandemia del 2020 y 2021, en muchas zonas del mundo se lograron ver a especies que durante años no habían sido vistos en lugares naturales y urbanos.
Lo usual es que los animales voladores y herbívoros sean los primeros en desaparecer de una zona a causa de los altos niveles del sonido. Es de mencionar que pese a que mencionamos el término “desaparecer” no significa que dejaron de existir. Más bien, hacemos referencia a que su lugar nativo y donde se suele desarrollar, lo dejan completamente por un sitio más alejado donde existan las condiciones adecuadas para su vida y reproducción.
¿Cómo prevenir la contaminación acústica?
Las acciones que se pueden implementar son muchísimas, sin embargo, tiene que ser un trabajo colectivo, puesto que de nada vale que existan 1000 personas y que solo 10 sean las que las empleen. Algunas de estas acciones pueden ser las siguientes:
- En términos de tráfico, evitar en la medida posible tocar la bocina o el claxon del vehículo. También ayudaría en gran medida el uso de neumáticos silenciosos.
 - Instalar paneles que tengan la capacidad de absorber o disipar la cantidad de ruido. Lo ideal sería que se colocaran en lugares donde el índice de ruido suele ser alto.
 - Disminuir el uso de vehículos de combustión interna y hacer uso de coches eléctricos.
 - Fomentar el uso de bicicletas y la caminata en lugar de optar por el transporte público.
 - Crear más zonas naturales dentro de las ciudades o sus alrededores.
 - Utilizar un tono de voz adecuado cuando se está en lugares públicos.
 - Limitarse al uso de bocinas y cornetas a alto volumen, sobre todo en áreas comunes.