¿Qué es un califa? - Aprende la función de las califa en la religión musulmana

Un califa es la autoridad máxima en el ámbito político y religioso del pueblo musulmán, ya que es un título otorgado a los fieles seguidores de Mahoma que, al momento de morir, desempeñan una doble potestad, tanto religiosa como civil. Este título tiene similitud con otras figuras sagradas, como "el papa" en el catolicismo o el Dalai Lama en el Budismo.
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Significado de califa en la religión musulmana
La palabra Califa proviene del árabe “خليفة” que significa representante, y es el sucesor del profeta Mahoma en la comunidad musulmana y en el terreno espiritual, judicial y terrenal. Este sigue siempre los parámetros y referencias del Corán, ya que es el libro sagrado del Islam, donde está contemplada la palabra de Allah o Dios de todos los musulmanes.
En la historia islámica, el califato fue una forma de gobierno que surgió después de la muerte del profeta Mahoma en el año 632. Los califas fueron los líderes sucesivos de la umma, donde los primeros cuatro se conocen como los 'bien guiados'. Después de ellos, el califato se convirtió en una monarquía hereditaria y la posición del califa perdió gran parte de su poder político en favor de los gobernantes locales.
Hoy en día, la posición del califa no existe, como tal, en el mundo musulmán. Sin embargo, hay grupos extremistas que usan este término para referirse a líderes que buscan establecer un estado islámico y reclamar la autoridad religiosa y política sobre los musulmanes en todo el mundo.
¿Cuáles son las características de un califa?
Los califas fueron los líderes políticos y religiosos del mundo islámico durante el período de la Edad de Oro del Islam, que abarcó desde el siglo VII hasta el XIII. Ahora bien, algunas características generales son:
- Líderes políticos y religiosos: Se consideraron sucesores del profeta Mahoma y se esperaba que gobernaran de acuerdo con los principios del Islam.
- Promotores de la ciencia y la cultura: Los califas promovieron de forma activa la educación en sus territorios. Fomentaron el aprendizaje del conocimiento griego y romano, traduciéndose al árabe y creando bibliotecas y centros de estudio.
- Impulsores del comercio: Establecieron rutas comerciales y promovieron los negocios en todo el mundo islámico. Además, se desarrolló una economía próspera, basada en la agricultura, la artesanía y la industria.
- Defensores de la justicia social: Ellos se preocupaban por la rectitud y la equidad en su gobierno. Intentaron abordar temas de desigualdad económica y social, donde promovieron la ecuanimidad entre las personas.
- Arquitectos y constructores: Su estilo arquitectónico era distintivo, caracterizado por cúpulas, arcos y mosaicos, donde se convirtió en una marca de la arquitectura islámica en todo el mundo.
- Patrocinadores de las artes y la literatura: Fomentaban la poesía, la música, la caligrafía y otras formas de expresión artística. Además, apoyaron a muchos artistas y escritores.
¿Dónde vivían los califas?
Los califas, como líderes políticos y religiosos del mundo musulmán, residieron en diferentes ciudades a lo largo de la historia. Durante el Periodo Ortodoxo, entre los años 632 y 661, los cuatro primeros califas vivieron en Medina, la ciudad en la que el profeta Mahoma había predicado. La capital del califato se trasladó a Kufa en Irak, durante el califato del cuarto califa, Ali.
Después de que la dinastía Omeya se estableció en el 661, el califato se trasladó a Damasco, la capital de Siria, donde construyeron un gran palacio y una mezquita, convirtiéndola en la capital del califato durante más de un siglo.
En el año 750, los abasíes derrotaron a los omeyas y establecieron su propio califato, trasladando la capital a la ciudad de Bagdad en Irak. No obstante, en la actualidad, no existe una posición de califa que tenga autoridad política o religiosa sobre el mundo musulmán.
¿Cuáles eran las funciones de un califa?
Hay que tener en cuenta que los califas tienen ciertas funciones implantadas según la religión y costumbres musulmanas, donde su principal misión era imponer autoridad en la umma, de acuerdo a las enseñanzas y preceptos establecidos por Mahoma. De tal forma, los califas no podrían diseñar ningún dogma. Otras funciones importantes son:
- Liderazgo religioso: Se esperaba que establecieran políticas religiosas y asimismo garantizaban que la ley islámica, la sharia, fuera respetada y aplicada en todo el territorio bajo su control.
- Administración política: Eran responsables de la gestión del territorio que estaba bajo su control. Esto incluía la dirección de los asuntos civiles, militares y financieros, así como la toma de decisiones relacionadas con la justicia y la seguridad pública.
- Mantenimiento de la paz: Los califas eran responsables de garantizar la paz y la estabilidad en sus territorios. Esto incluía la prevención de rebeliones y disturbios, la protección de las fronteras y la promoción de la cooperación entre diferentes grupos étnicos y religiosos.
- Protección militar: Dirigían las fuerzas militares y eran responsables de la defensa del territorio islámico contra las invasiones externas. También establecen alianzas y acuerdos con otros líderes para garantizar la seguridad del territorio.
¿Cuántos califatos existieron?
En primer lugar, se debe entender que un califato es un sistema islámico de gobierno sustentado en la religión, donde el líder máximo recibe el nombre de califa. Ahora bien, a lo largo de la historia han existido seis califatos, desde su creación en 632 hasta su abolición en 1924:
- Califato Ortodoxo (632-661): Denominado también como califato bien guiado, tuvo cuatro diferentes califas, el primero llamado Abu Bakr as-Siddiq, el segundo Úmar ibn al-Jattab, el tercero Uthmán ibn Affán y el cuarto llamado Ali ibn Abi Tálib. Este fue el único que aceptó tanto el chiismo como el sunismo.
- Califato Omeya (661-750): Su fundador fue Muawiya I, un gobernador del ortodoxo que logró establecer una dinastía hereditaria de califas. En este gobierno, la capital del califato se asentó en Damasco, una ciudad en Siria. Además, se caracterizaron por su estilo lujoso y extravagante, en contraste con la vida austera y modesta de los califas ortodoxos.
- Califato Abasí (750-1258): Su fundador fue Abu al-Abbas al-Saffah. Durante este periodo, el califato se expandió aún más y se convirtió en uno de los imperios más grandes y ricos de la historia, con una vasta red de comercio y una cultura floreciente. Los abasíes se caracterizaron por su apoyo a las artes, la literatura, la ciencia y la filosofía.
- Califato fatimí (909-1171): Su fundador fue Abd Allah al-Mahdi, un líder religioso que afirmaba ser descendiente de Fátima, hija del Profeta Mahoma. Durante su apogeo, gobernó gran parte de África del Norte, incluyendo Túnez, Argelia, y Libia. Además, estuvo en conflicto con otras potencias musulmanas, en especial con los selyúcidas y los abasíes.
- Califato de Córdoba (939-1031): Se proclamó por Abderramán III en Córdoba, España, creado con orientación suní. En su apogeo, el califato mantuvo relaciones comerciales y diplomáticas con otras potencias del mundo islámico, así como con los reinos cristianos del norte de la Península Ibérica.
- Imperio otomano (1517-1924): Es del modelo suní, donde el último califa, llamado Al-Mutawakkil III, pasó su título al sultán Selim I. Este califato se caracterizó por la tolerancia religiosa y étnica. Además de la complejidad del método político, ya que incluía una burocracia centralizada y un sistema legal donde se combinaban elementos de la ley islámica y el derecho consuetudinario.