¿Qué es la envidia según la Biblia? - Conoce el significado de la envidia en la Biblia católica

Los 7 pecados capitales son una enumeración tradicional de los vicios o deseos humanos que se consideran más perjudiciales para el alma. Estos pecados son la soberbia, la avaricia, la lujuria, la envidia, la gula, la ira y la pereza.
Cada uno de estos pecados representa una inclinación negativa de la naturaleza humana y se considera una barrera para el crecimiento espiritual. La Iglesia Católica los ha destacado a lo largo de la historia como una guía para reconocer y evitar comportamientos dañinos. Hoy profundizamos en el concepto de la envidia.
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Concepto de la envidia en la Biblia
La Biblia se posiciona como uno de los libros más importantes de la historia debido a la influencia y relevancia que ha tenido a lo largo de los años, difundiendo la palabra en la religión católica. En este sentido, aborda diversas cuestiones, entre las cuales hace énfasis en los malos actos de la humanidad y los sentimientos que pueden llevarnos por caminos oscuros.
Uno de los temas que aborda la Biblia es el de la envidia. Dentro de su concepto general, se puede decir que se refiere al sentimiento de desear tener algo que alguien más posee.
Es importante entender que este sentido de posesión que una persona desea de otra puede referirse a cualquier cosa, dependiendo del contexto en el que se encuentre. Puede ser en el ámbito romántico, anhelar obtener un objeto de alguien más, desear tener un talento ajeno, o cualquier otra cosa.
Ahora bien, enmarcando esto dentro de la perspectiva bíblica, no es difícil llegar a la conclusión de que, a los ojos de Dios, la envidia está catalogada como un pecado continuo. Por lo tanto, se puede afirmar que es una conducta o comportamiento que Dios no acepta.
Del mismo modo, existen hechos bíblicos que ejemplifican el alcance que puede tener la envidia. Debemos recordar que los sentimientos pueden manifestarse en distintos niveles. Por ejemplo, podemos experimentar una pequeña tristeza, una moderada o incluso una mucho más intensa que el resto.
En este sentido, lo mismo ocurre con la envidia. Podemos tener una envidia pequeña o insignificante, pero también puede crecer y convertirse en una envidia mucho más fuerte y perjudicial. Por eso es importante aprender a controlar nuestras emociones y pensamientos desde una edad temprana.
¿Qué dice la Biblia sobre la envidia entre hermanos?
Como mencionamos anteriormente, todas las emociones o sentimientos tienen un rango o nivel de control. En este sentido, es importante evitar llevar los sentimientos negativos al extremo, y la envidia califica como uno de ellos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no estamos promoviendo la represión de estos sentimientos. Las emociones humanas son complejas y enredadas, por lo que habrá ocasiones en las que sentirás cosas que no deseas experimentar. No obstante, eso no significa que esté mal, ya que lo importante radica en cómo controlar y manejar lo que sientes.
Una de las formas en las que puede manifestarse la envidia es a través de la relación de hermandad. Esto significa que podríamos llegar a sentir molestia o enojo, incluso hacia nuestros propios hermanos. Pueden existir diversos motivos, pero a este nivel el sentimiento se intensifica.
De hecho, la Biblia nos presenta uno de los ejemplos más conocidos: el caso de Caín y Abel. En resumen, ambos eran hijos de Adán y Eva y su relación fraternal era buena hasta que presentaron sus respectivos altares a Dios. En esta ocasión, Dios prefirió el altar de Abel en lugar del de Caín.
Es en este momento cuando entra en juego la envidia. Caín no supo controlar sus sentimientos de envidia hacia su hermano, es decir, sus emociones se desbordaron. Y debido a esa falta de control, cometió un acto que lo marcaría de por vida: decidió asesinar a su propio hermano y condenar su alma.
Este es el ejemplo más famoso de la Biblia sobre los estragos que puede causar la envidia. Además, contiene otros sub textos relacionados con Dios y temas teológicos. Sin embargo, uno de los principales enfoques de este relato es que la envidia puede ser destructiva.
¿Cuáles son las causas de la envidia?
Te nombramos algunas de las causas que puede generar o derivar en la envidia:
- Una baja autoestima: cuando no tenemos una opinión positiva sobre nosotros mismos, tendemos a buscar un estándar o forma de vernos como alguien 'mejor'. A partir de este concepto, surgen las comparaciones con otras personas que pueden afectar aún más nuestra percepción de nosotros mismos. La razón es que anhelamos tener algo que los demás tienen y nosotros no. En casos extremos, esto puede derivar en depresión.
- Egocentrismo: este sería el caso opuesto al anterior, pero que termina llevando al mismo resultado: la envidia. Está bien tener confianza en uno mismo y sentir seguridad, pero cuando comienzas a colocarte por encima de los demás y a compararte, la situación cambia. Si ves a alguien mejor o por encima de ti, empiezas a caer en el mismo camino que en el caso anterior, lo cual es negativo para ti. Aquí también entran en juego los celos.
- Exigir demasiado de uno mismo: está bien buscar siempre lo mejor, pero dentro de límites razonables. En otras palabras, si te exiges capacidades sobrehumanas o si afecta tu entorno, entonces hay un problema.
- Prejuicios: desafortunadamente, vivimos en un mundo donde abunda esta causa. La gente siempre va a juzgar por cualquier motivo, y eso nos lleva a entrar en esta espiral de comparaciones que siempre termina en lo mismo: la envidia.
Otras razones importantes podrían ser tener sentimientos de rechazo, así como miedos y limitaciones en tu entorno o en tu persona.
¿Qué consecuencias tiene la envidia según la Biblia católica?
Como toda cuestión, la envidia es provocada por una combinación de muchos factores diferentes entre sí. De esta forma, es necesario tener en cuenta estas razones para identificarlas y poder evitar caer en ella.
Según la Biblia, se menciona que 'La envidia es la podredumbre de los huesos' (Proverbios 14, 30). Por otra parte, también se le refiere como 'actos de la carne' en el Nuevo Testamento, los cuales deben ser evitados por las personas cristianas.
Asimismo, la Biblia ofrece una lista de consejos para superarla, así como menciona sus consecuencias. Dentro de estas últimas, se afirma que la envidia puede llevar a la amargura y la ira. Además, también podría ocasionar conflicto, división y destrucción. Todo esto, sin mencionar lo más obvio: te aleja de Dios.
¿La envidia y los celos son lo mismo según la Biblia?
Esta pregunta puede resultar un poco compleja. La razón es que las similitudes entre tener celos y envidia demuestran que fácilmente podrían ser sinónimos. No obstante, sus significados tienen ciertas diferencias que hacen que no sean lo mismo. Es decir, puedes aplicarlos en un mismo contexto, pero las razones por las que se ocasionan provienen de una forma o detonante diferente.
En el caso de los celos, hay que entender que estos surgen cuando percibes a alguien como un rival que podría afectarte de alguna forma. Puede ser en una relación, una competencia o cualquier situación en la que haya alguien en contra tuya. Por otro lado, la envidia es un sentimiento que surge de la comparación entre tú y otras personas. Debes tener cuidado con este sentimiento contrario a las enseñanzas de la biblia.
En conclusión, la envidia es un sentimiento destructivo que puede afectar a personas de todas las edades, incluidos los niños. Es importante enseñar a los niños a reconocer y enfrentar la envidia, fomentando la gratitud y la alegría por los logros de los demás. Promover la empatía y el respeto por los demás puede ayudar a contrarrestar este sentimiento negativo y cultivar una mentalidad de aprecio y colaboración.