¿Qué es una conducta adictiva? - Descubre cómo se manifiesta y cómo se trata este tipo de conductas

Qué es una conducta adictiva

Una conducta adictiva es un patrón de comportamiento obsesivo que puede tener graves consecuencias para la vida de una persona. Desde el juego compulsivo y la dependencia de las drogas como krokodril hasta la adicción a la tecnología y el trabajo en exceso, estas actitudes pueden afectar a cualquier persona en cualquier momento.

En este artículo, exploraremos en profundidad qué es una práctica adictiva, por qué se desarrolla y cómo se puede abordar. Descubre cómo identificar, entender y superarlas para recuperar el control de tu vida.

Índice()
  1. ¿Cuándo se considera que una conducta es adictiva?
  2. ¿Hay diferencia entre conductas adictivas y adicciones?
    1. Ejemplos de conductas adictivas
  3. ¿Por qué las personas desarrollan conductas adictivas?
  4. ¿Qué ocurre a nivel cerebral cuando se desarrolla una conducta adictiva?
  5. ¿Por qué la conducta adictiva se considera un trastorno mental?
  6. ¿Cómo se puede tratar a una persona con conductas adictivas?
    1. Intervención psicológica

¿Cuándo se considera que una conducta es adictiva?

Se considera compulsiva cuando una persona desarrolla una dependencia psicológica o física hacia una actividad o sustancia específica. La adicción no se limita a las drogas y el alcohol, sino que también puede aplicarse a una amplia gama de comportamientos y actividades, siendo difícil salir de esta situación y careciendo de iniciativa personal.

Aquí hay algunos elementos clave que se deben tener en cuenta para determinar cuándo una conducta se considera adictiva:

  1. Compulsión: Las personas dependientes sienten una obsesión incontrolable de participar en la conducta adictiva. A menudo, esta supera la voluntad del individuo y la lleva a repetir la acción a pesar de las consecuencias negativas.
  2. Tolerancia: Con el tiempo, las personas pueden desarrollar una resistencia a la conducta adictiva. Esto significa que necesitan participar en ella con mayor frecuencia para experimentar el mismo nivel de gratificación.
  3. Síndrome de abstinencia: Cuando una persona intenta dejar la conducta adictiva, experimenta síntomas físicos o emocionales negativos conocidos como síndrome de privación. Esto puede incluir ansiedad, irritabilidad, insomnio, agitación y, en algunos casos, síntomas físicos, dependiendo de la adicción en cuestión.
  4. Pérdida de control: Las personas dependientes tienden a descontrolarse sobre la frecuencia y la intensidad de la conducta adictiva. Pueden querer dejar de hacerlo, pero les resulta difícil por sí mismos.
  5. Priorización de la conducta adictiva: La dependencia puede llevar a la persona a priorizar la conducta obsesiva sobre otras responsabilidades y actividades importantes en su vida. Como por ejemplo el trabajo, las relaciones personales, la salud y las actividades recreativas.
  6. Negación y evasión: Las personas adictas a menudo niegan la gravedad de su problema o evitan enfrentarlo. Esto puede dificultar que busquen ayuda o que reconozcan que necesitan cambiar su comportamiento.
  7. Impacto negativo en la vida: La conducta adictiva suele tener un impacto malo en la vida de la persona. Causando problemas en áreas como la salud física y mental, las relaciones personales, el rendimiento laboral o académico y la situación financiera.

¿Hay diferencia entre conductas adictivas y adicciones?

Su distinción a menudo es una cuestión de terminología y enfoque, y en algunos contextos, se utilizan de manera intercambiable. Sin embargo, es importante entender algunas diferencias sutiles que pueden ayudar a aclarar el uso de estos términos:

  1. Conductas Adictivas:
  • Se refieren a patrones de comportamiento repetitivo que una persona encuentra difícil de controlar, a pesar de las consecuencias negativas asociadas.
  • Pueden incluir actividades como el juego compulsivo, las compras desmedidas, el uso excesivo de Internet o redes sociales, la práctica sexual y la alimentación obsesiva.
  • Las conductas adictivas no siempre implican el uso de compuestos como drogas o alcohol.
  • A menudo, se asocian con la liberación de dopamina en el cerebro, que es una sustancia química que contribuye a la sensación de placer y recompensa.
  1. Adicciones:
  • En general, el término “adicción” se utiliza de manera más amplia y puede referirse tanto a dependientes a sustancias (como el alcohol o las drogas) como a adicciones a conductas (como el juego patológico o la obsesión a la comida).
  • Los vicios a sustancias implican la dependencia de drogas o alcohol, con síntomas de abstinencia física y una gran necesidad de consumo.
  • Las adicciones a conductas pueden implicar una fuerte dependencia psicológica, pero no siempre conllevan elementos físicos de abstinencia. Sin embargo, las personas que luchan con adicciones a conductas pueden experimentar síntomas emocionales y psicológicos graves cuando intentan dejar de realizar la conducta adictiva.

Ejemplos de conductas adictivas

Existen muchos comportamientos compulsivos diferentes que pueden afectar a las personas de diversas maneras. Estos son algunos ejemplos de conductas adictivas comunes:

  1. Juego compulsivo: La gente que padecen ludopatía sienten una compulsión incontrolable por apostar dinero en juegos de azar. Como por ejemplo casinos, máquinas tragamonedas o apuestas deportivas, a menudo a pesar de las graves consecuencias financieras y personales.
  2. Compras compulsivas: Las personas con esta adicción sienten la intensa necesidad de comprar productos. A menudo cosas que no necesitan, y pueden acumular deudas significativas como resultado.
  3. Adicción a la comida: Algunas personas experimentan una relación problemática con los alimentos. Esto puede llevar a la compulsión por la comida en exceso, el exceso y la ingesta excesiva de alimentos poco saludables.
  4. Adicción al trabajo: Las personas que son adictas al laburo tienen una compulsión por ejercer de manera excesiva, a menudo sacrificando su tiempo libre, relaciones personales y bienestar en busca de logros laborales.
  5. Adicción al ejercicio: Aunque la actividad física es beneficiosa para la salud, algunas personas pueden volverse adictas al entrenamiento y sentir la necesidad constante de hacerlo. A veces en exceso, lo que puede dar como resultado lesiones físicas y problemas de salud mental.
  6. Adicción al sexo: Las personas con este vicio tienen una compulsión por el coito, a menudo buscando relaciones sexuales de manera obsesiva, lo que puede llevar a la destrucción de vínculos y problemas legales.
  7. Adicción a la tecnología: Esto incluye la dependencia a dispositivos como teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras. Asimismo, como a las redes sociales y los videojuegos. Las personas pueden pasar una cantidad excesiva de tiempo frente a pantallas y tener dificultades para desconectarse.
  8. Adicción al porno: Algunos individuos se vuelven adictas a la pornografía en línea, lo que interfiere en relaciones personales y su salud sexual.

¿Por qué las personas desarrollan conductas adictivas?

La gente obtiene comportamientos obsesivos debido a una interacción compleja de factores biológicos, psicológicos y sociales. En primer lugar, los factores genéticos juegan un papel crucial, ya que algunas personas heredan una predisposición a la adicción.

La neuroquímica del cerebro también es fundamental: las sustancias adictivas y ciertos comportamientos pueden estimular la liberación de dopamina, una sustancia química asociada con el placer y la recompensa. Con el tiempo, el cerebro se adapta, lo que lleva a la tolerancia y la compulsión.

Los factores psicológicos desempeñan un papel importante, ya que las personas recurren a conductas adictivas como una forma de hacer frente al estrés, la ansiedad, la depresión u otros problemas emocionales. Además, el ambiente y el aprendizaje son influyentes: un entorno que normaliza el consumo de sustancias o conductas adictivas puede aumentar el riesgo de desarrollar adicciones.

Los factores sociales y culturales también son determinantes, ya que las normas y valores influyen en la aceptación de ciertos comportamientos compulsivos. Problemas de identidad y el deseo de pertenecer a un grupo llevan a personas a adoptar conductas adictivas como una forma de llenar un vacío emocional.

¿Qué ocurre a nivel cerebral cuando se desarrolla una conducta adictiva?

Cuando se genera un comportamiento obsesivo, suceden alteraciones significativas a nivel cerebral. Estas contribuyen a la compulsión y la dependencia. Estos cambios se relacionan con la liberación de neurotransmisores. Como por ejemplo la dopamina, y la reestructuración de las vías neuronales.

En el núcleo accumbens, una región cerebral clave en la experiencia del placer y la recompensa, la exposición a la sustancia o actividad adictiva desencadena la liberación de dopamina.

Esto crea una sensación de euforia y recompensa, fortaleciendo la asociación entre la conducta y el placer. Con el tiempo, el cerebro se adapta a esta estimulación excesiva, lo que lleva a la tolerancia, lo que significa que se necesita una cantidad cada vez mayor de la sustancia o conducta adictiva para obtener la misma sensación de recompensa.

Además, las vías neuronales involucradas en el juicio, la toma de decisiones y el autocontrol, como la corteza prefrontal, se ven afectadas de forma negativa. Esto lleva a una disminución de la capacidad para tomar decisiones racionales y resistir la compulsión, lo que perpetúa el comportamiento obsesivo.

La formación de recuerdos asociados con la gratificación obtenida de la conducta adictiva, que involucra al hipocampo, también contribuye a la adicción. Estos recuerdos desencadenan deseos intensos, lo que hace que sea difícil dejar de realizar un comportamiento obsesivo.

¿Por qué la conducta adictiva se considera un trastorno mental?

Se estima como un desorden psiquiátrico debido a su impacto significativo en la salud mental y el bienestar de las personas. Está clasificada como un trastorno en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que es una guía utilizada para la evaluación de condiciones.

Aquí hay varias razones por las que se considera un trastorno mental:

  1. Cambios neurobiológicos: Las conductas adictivas afectan el funcionamiento de la mente. Alterando la química cerebral, las vías de recompensa y la regulación de la dopamina. Estos cambios biológicos son característicos de muchos trastornos mentales.
  2. Síntomas psicológicos: Las personas con adicciones experimentan signos psicológicos significativos. Como por ejemplo compulsiones, pérdida de control, síndrome de abstinencia y aumento de la tolerancia, que son características de los trastornos mentales.
  3. Deterioro en la vida diaria: Las adicciones pueden tener un impacto devastador en la vida de una persona, interfiriendo en su capacidad para funcionar de manera efectiva en sus relaciones, trabajo, educación y salud física y mental.
  4. Sufrimiento emocional: Las personas que luchan con conductas adictivas a menudo experimentan un dolor emocional intenso. Incluyendo ansiedad, depresión, culpa y vergüenza, lo que es común en muchos trastornos mentales.
  5. Necesidad de tratamiento: La adicción requiere terapia especializada. Esto puede incluir terapia, apoyo farmacológico y otros enfoques terapéuticos similares a los utilizados para trastornos mentales.
  6. Coexistencia con otros trastornos mentales: Es común que las personas con adicciones también tengan otras condiciones. Como por ejemplo desórdenes de ansiedad o depresión, lo que resalta la interrelación entre los comportamientos abusivos y los problemas de salud mental.

¿Cómo se puede tratar a una persona con conductas adictivas?

El tratamiento de una persona con conductas adictivas suele ser un proceso integral que involucra varios enfoques terapéuticos y de apoyo. Aquí se mencionan algunos de los puntos clave, incluida la intervención psicológica, que pueden ser parte del tratamiento:

Intervención psicológica

Antes de una intervención, es importante una evaluación. Este proceso comienza con un diagnóstico completo por parte de un profesional de la salud mental. Esta ayudará a determinar la naturaleza y la gravedad de la adicción, así como a identificar posibles trastornos coexistentes, como la depresión o la ansiedad. Luego, si pueden realizarse diferentes tipos de intervención psicológica, estas son las siguientes:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es uno de los enfoques más comunes para tratar los vicios. Ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento dañinos relacionados con la adicción.
  • Terapia motivacional: Se centra en aumentar la motivación intrínseca de la persona para el cambio y ayudarla a establecer metas de recuperación. Un claro ejemplo de grupos del que se pueden participar es Proyecto Hombre en España, brindando soporte para las personas que sufren diferentes tipos de adicción.
  • Terapia de grupo: El tratamiento en conjunto proporciona un entorno de soporte donde las personas pueden compartir experiencias, aprender de otros y recibir apoyo de sus pares.
  • Terapia familiar: En algunos casos, las dinámicas familiares pueden contribuir a la adicción. Las sesiones familiares abordan estos problemas y ayuda a sanar las relaciones.
Cómo citar:
"¿Qué es una conducta adictiva? - Descubre cómo se manifiesta y cómo se trata este tipo de conductas". En Quees.com. Disponible en: https://quees.com/conducta-adictiva/. Consultado: 06-05-2024 01:00:18
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