¿Qué es una acrópolis? - Significado y función de una acrópolis

Las ciudades griegas destacan en la historia de la humanidad por la belleza arquitectónica que presentaban y los eventos que se desarrollaron allí. Sin embargo, hay otras que sobresalían por el lugar en donde se construyeron, tal como ocurre con las acrópolis. Así que, en este artículo se explica qué es una acrópolis y qué función tenían para los griegos. De igual manera, se detallan algunos de los monumentos de la antigua Atenas donde se ubica el Partenón.
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Concepto y definición de acrópolis
Las antiguas ciudades estados o polis griegas tuvieron mucha importancia porque desde ellas se controlaban todos los asuntos de interés de la Antigua Grecia. Tales como el desarrollo de la filosofía, el entrenamiento de los grandes ejércitos y los comienzos de las esculturas de las que se inspira el arte helenístico. Sin embargo, al hacer un recuento de estas polis, se pueden encontrar algunas ciudades que destacan como una acrópolis, lo que las posiciona con un mejor rango.
El término acrópolis proviene del griego antiguo, en donde akros tiene el significado de cima o altura. Mientras que polis hace referencia a una ciudad estado y de gran magnitud. En ese sentido, una ciudad acrópolis hace alusión a una población que se ubicaba en la cima de una colina o una meseta. También engloba a una ciudad que posee una fortificación rocosa, es decir, que tiene un difícil acceso por su situación geográfica.
No obstante, en algunas ocasiones, la palabra acrópolis se empleó para designar la parte más alta de una ciudad. Pues, hubo varios asentamientos que se levantaron alrededor de una pequeña colina o un elevado. Por tanto, la acrópolis representaba la parte noble, en donde se ubicaban los templos y el ágora, edificios de importancia. Así mismo, allí se desarrollaban los encuentros de las personas para filosofar o intercambiar conocimiento.
En Grecia hay varias de estas ciudades, pero la más relevante fue la acrópolis de Atenas, pues esta se destinó como la capital de la Hélade. Allí se construyó el famoso Partenón y se desarrollaron algunos sucesos de importancia para esta cultura. No obstante, a pesar de su buena ubicación, los enemigos de la ciudad la lograron saquear en varias ocasiones.
¿Cuál es la función de una acrópolis?
En la Antigua Grecia, las guerras se desarrollaban con mucha frecuencia, por lo que, los griegos alzaban sus ciudades en sitios protegidos. De modo que, buscaban zonas con elevados naturales que proporcionaran una formación que fortificara el lugar, como una especie de muralla. Así que, en la parte más alta de estos sitios construían un templo, la plaza y la casa del dirigente.
No obstante, estos asentamientos crecían con rapidez, así que quedaban divididos en la zona alta y parte baja. Una acrópolis se levantaba con la intención de contar con las mejores defensas naturales para una polis. De modo que, ningún enemigo tuviera la facilidad de entrar a la ciudad y saquear los recursos.
Así nacieron las famosas ciudades de la Antigua Grecia, tales como Esparta y Atenas, que situaron en respectivas colinas. Otras de las más famosas se encuentran en la ciudad de Pérgamo y en Aso, la actual Turquía. Pero, la acrópolis no solo era una construcción griega, pues también se encuentran algunas en la antigua Constantinopla y en Bratislava.
¿Cuáles son las características de una acrópolis?
Cualquier ciudad de la Antigua Grecia no se consideraba como acrópolis. Algunas de ellas eran polis o ciudades estado, mientras que otras se consideraban como poblados y asentamientos. Las acrópolis poseían características fijas, entre las cuales lo más relevante era la ubicación geográfica de la misma. Sus características eran:
- Altura: Una acrópolis debe situarse en una elevación, ya sea una colina, meseta o pequeña montaña.
 - Defensas: El objetivo griego era que los rivales no pudieran capturar estas ciudades, así que buscaban defensas naturales, tales como precipicios o acantilados, murallas, formaciones rocosas altas.
 - Extensión: Los asentamientos podían crecer, tal como sucedió con la Acrópolis de Atenas o Esparta. Por lo que, la ciudad era larga, uniendo varios poblados. En estos casos, la acrópolis era el sitio más alto, donde estaban los edificios importantes.
 - Templo: Cualquier acrópolis debía contar con un templo, el dios al que rendían honor variaba, pero siempre pertenecía a su mitología.
 
¿Qué actividades realizaban las acrópolis?
Los estudios en arqueología lograron hallar algunas de las ciudades más importantes de la historia de la Antigua Grecia. En la lista es posible encontrar el nombre de Troya, la Acrópolis de Atenas, Esparta y algunas otras. Los datos de esta cultura describen que los lugares donde había más concurrencia de personas era en las famosas ágoras, nombre con el que se designaba a las plazas en griego.
En estas plazas los ciudadanos solían intercambiar información y conocimiento, por lo que había personas contando sus relatos. De igual manera, como describen los grandes filósofos como Aristóteles o Platón, las ágoras de las acrópolis eran los sitios en donde estos personajes impartían educación al pueblo. Estos sitios también se llenaban de espectadores cuando se ejecutaba la democracia griega, es decir, para decidir un tema de estado o los voluntarios para conformar un ejército.
Los templos en las estas ciudades altas también eran comunes y solían recibir personas que querían rendir homenaje o tributo a un dios. Cabe destacar que los templos eran los sitios que más buscaban los visitantes, que llegaban allí para conocer las magníficas obras. En la Acrópolis de Atenas se encontraba el famoso Partenón, que sobrevive en la Grecia actual. Allí se exponía una escultura en honor a Atenea tallada en madera, con oro y marfil.
En la misma Atenas se alzó la edificación de los Propileos, que tenía la función de la entrada de la acrópolis. Contaba con varias columnas dóricas y 5 puestas talladas que atraían a las personas a admirar su belleza. Cerca de los Propileos se alzó otro templo, este en nombre de Atenea Niké con el fin de conmemorar la victoria conseguida en la batalla de Salamina. La población podía observar una estatua de la diosa a la que cortaron las alas.