¿Qué es la hipofrenia? - Descubre los síntomas y posibles curas de la hipofrenia

La hipofrenia es un término que se usaba para referirse a una debilidad o retraso mental, causada por factores congénitos o precoces que afectan el funcionamiento intelectual general. En la actualidad, al hablar de padecimientos, se prefieren otros términos más precisos como deficiencia mental, oligofrenia o síndrome de Down.
También se relacionaba con un estado de melancolía sin una causa evidente. Se trata de una disminución de la actividad psíquica y apatía hacia el entorno. Es un trastorno poco frecuente que suele afectar a personas mayores o con demencia. En este artículo se ofrece información sobre las causas, los síntomas y el tratamiento de esta enfermedad intelectual.
Significado de la hipofrenia
Es un término que hace referencia a la deficiencia mental, que es una forma obsoleta de referirse a lo que hoy se denomina discapacidad o retraso mental. Esta condición se caracteriza por un funcionamiento intelectual por debajo de la media, que al igual que la heterocromía, puede tener causas genéticas.
Para el diagnóstico de esta discapacidad se requiere de una evaluación que abarque aspectos de la medicina, psicológicos y sociales. El propósito es mejorar la calidad de vida y la integración a la sociedad de las personas con esta condición, así como prevenir o minimizar las posibles complicaciones asociadas.
De acuerdo con el DSM-IV-TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), existen cuatro grados de discapacidad que dependen del cociente intelectual: leve (desde el 50 al 69), moderado (que va de 35 a 49), grave (entre 20 y 34) y profundo (menos de 20).
¿Qué es la hipofrenia según la psicología?
Es una condición que se usa en psicología para referirse a un sentimiento de tristeza sin una razón aparente, es una reacción transitoria a una situación estresante o un rasgo de personalidad. Esta enfermedad afecta el desarrollo cognitivo, emocional o social de una persona y que limita su capacidad para realizar actividades de la vida diaria o participar en la sociedad.
Se trata de una emoción negativa que puede afectar al estado de ánimo, la autoestima, la motivación y el bienestar de la persona que la experimenta.
La hipofrenia no es lo mismo que la depresión, aunque podría ser un síntoma de ella. Es una discapacidad mental que puede originarse por diferentes causas. Desde factores genéticos o lesiones cerebrales, hasta por una falta de estimulación adecuada. Además de esto, algunas posibles causas de esta enfermedad mental son:
- El estrés crónico o agudo, que provoca un desgaste emocional y físico. Puede generar una sensación de sobrecarga, ansiedad o frustración que dificulta el disfrute de la vida.
 - Sueño deficiente o poco descanso, que altera el equilibrio hormonal y el funcionamiento cerebral. Dormir es fundamental para la regulación del estado de ánimo, la memoria y el aprendizaje. Descansar mal o poco llega a provocar irritabilidad, cansancio o falta de concentración.
 - No encontrar el propósito o sentido de la vida, que puede generar un vacío existencial y una pérdida de ilusión. Tener un proyecto vital, unos valores o unas metas que nos orienten y nos den sentido a lo que hacemos es importante para percibirnos realizados y felices.
 - Falta de contacto social o de apoyo emocional, que provoca aislamiento y soledad. El humano es un ser sociable por naturaleza y necesita relacionarse con los demás para compartir experiencias, emociones. La falta de comunicación o de vínculos afectivos puede generar una sensación de incomprensión o rechazo.
 - Actividad física mínima o no tener hobbies, llega a reducir la producción de endorfinas y la satisfacción personal. Los ejercicios recreativos son beneficiosos para la salud mental. Ya que, estos liberan dichas hormonas, mejoran la autoestima y favorecen la creatividad.
 
La hipofrenia puede afectar de forma negativa la calidad de vida y el rendimiento de la persona que la padece. Por eso, es importante identificarla y buscar soluciones que ayuden a mejorar las capacidades y el bienestar de quien sufre esta condición. Algunas recomendaciones para combatirla son las siguientes:
- Consultar a un profesional de la salud mental en caso de tener síntomas de depresión o de otro problema psicológico que afecte al bienestar.
 - Aprender y practicar métodos de relajación o meditación que ayuden a manejar el estrés y a mejorar el ánimo.
 - Dormir las horas necesarias y seguir un horario de sueño fijo que favorezca el descanso y la recuperación física y mental.
 - Consumir una dieta sana y equilibrada que proporcione los nutrientes esenciales para el funcionamiento del organismo.
 - Realizar actividad física adaptada a las condiciones personales. De esta manera se liberan endorfinas y aumenta la autoestima.
 - Fomentar el optimismo y el agradecimiento por los aspectos positivos de la vida y generar buenas emociones.
 - Buscar y realizar actividades que produzcan placer, diversión e interés para romper con la rutina y el aburrimiento.
 - Mantener el contacto con las personas queridas que ofrezcan apoyo emocional y comprensión para evitar el aislamiento y la soledad.
 
¿Por qué se da la hipofrenia?
Es una enfermedad mental que se caracteriza por una disminución de la actividad psíquica, que repercute en la atención, la memoria, el pensamiento y la afectividad. Según la Clínica Mayo, puede ser causada por factores genéticos, ambientales y llega a afectar en diferentes áreas del desarrollo cognitivo, emocional y social.
La persona con hipofrenia muestra una falta de interés por el entorno, una apatía generalizada, una pobreza de expresión y una tendencia al aislamiento social. Puede tener diversas causas, entre las que se encuentran:
- Factores biológicos. El funcionamiento intelectual y emocional puede verse afectado por varias condiciones que causan retraso mental o hipofrenia. Estas incluyen enfermedades neurológicas como el Alzheimer o el Parkinson, que deterioran la cognición de manera gradual.
 - Factores psicológicos. Son una forma de defensa ante situaciones de estrés, trauma, depresión o ansiedad. La persona se desconecta de la realidad y se refugia en su mundo interior, reduciendo su actividad mental y emocional. También puede ser un síntoma de trastornos de la personalidad, como el esquizoide o el esquizotípico, que se caracterizan por una dificultad para relacionarse con los demás y una falta de empatía.
 - Factores sociales. La causa de esta enfermedad puede ser algún entorno o familiar que provoque sensaciones de abandono, soledad, incomprensión o rechazo. La falta de estímulos, oportunidades o motivaciones logra conducir a un estado de apatía y desinterés.
 
Las personas con hipofrenia llegan a tener problemas de salud física y mental, en su calidad de vida e integración social. Por eso, es importante detectar el trastorno a tiempo y buscar ayuda profesional. El tratamiento varía según la causa y la gravedad de la enfermedad mental, pero suele combinar psicoterapia y farmacoterapia. El objetivo es mejorar el funcionamiento cognitivo y emocional del paciente, así como su autoestima y su participación social.
¿Cuáles son los síntomas de la hipofrenia?
Algunos síntomas o problemas comunes de esta discapacidad intelectual son los siguientes:
- Emocionales. Sentimientos de tristeza, desánimo, miedo o culpa, y cambios bruscos o extremos de humor.
 - Físicos. Problemas para dormir y alteraciones en el apetito o en el peso. Así mismo, se puede presentar el abuso de sustancias o de otras actividades.
 - Sociales. Aislamiento o dificultad para relacionarse con los demás. De igual forma, se llega a tener sensaciones como agresividad, violencia o impulsividad.
 - Psicológicos. Cambios en la percepción de la realidad, por ejemplo, delirios o alucinaciones, y pensamientos o conductas suicidas.
 
Estos síntomas pueden causar estrés y afectar el funcionamiento normal de la persona en su vida diaria. Es importante consultar con un profesional de salud mental si se presentan estos síntomas de forma persistente o intensa. La hipofrenia podría tratarse con una combinación de medicamentos y psicoterapia, según el caso y la gravedad del trastorno.
¿Cómo se puede curar la hipofrenia?
La hipofrenia no tiene una solución definitiva, pero con un tratamiento adecuado se podría mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas que la padecen y sus familias. Lo más importante es brindarles un ambiente seguro, afectuoso y estimulante, que les permita desarrollar sus aptitudes al máximo.
El entrenamiento y la educación pueden comenzar desde la lactancia y adaptarse a las necesidades y capacidades de cada individuo. También es importante evaluar y tratar otros problemas de salud física o mental que lleguen a presentarse.
Algunas de las opciones de tratamiento son:
- Educación especial. Se trata de programas que fomentan el desarrollo de habilidades académicas y sociales.
 - Terapia del habla. Enfocada en mejorar la comunicación oral y escrita, así como el lenguaje comprensivo y expresivo.
 - Consejería familiar. Apoyo psicológico y emocional al entorno representante y a los cuidadores de las personas con hipofrenia, ayudándoles a afrontar los retos y las dificultades que implica su situación.
 - Terapia física. Dirigida a mejorar la movilidad, la fuerza y la coordinación del cuerpo, así como a prevenir o controlar problemas respiratorios.
 - Medicación. Utilizada en algunos casos para tratar trastornos como convulsiones, depresión, ansiedad o problemas por déficit de atención.
 - Terapia ocupacional. Ayuda a desarrollar habilidades motoras y sensoriales. Estas se encargan de facilitar el realizar actividades para el autocuidado y el trabajo.
 
Lo más importante es brindarles un ambiente seguro, afectuoso y estimulante, que les permita desarrollar sus capacidades al máximo. Esta condición no impide que las personas puedan potenciar sus talentos, intereses y habilidades. Con los apoyos adecuados, los pacientes con hipofrenia lograrán participar en la sociedad y contribuir al bienestar común.